MOSH (Capítulo 5)

Título: Mosh
Autor: IzoJung / Kimmy_lin
Pareja: JaeMin
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida (?) / T
Estado: En proceso (5/?)
Resumen: Todas las razones por las que Shim Changmin no debería dejar a su vecino entrar en su casa, son las mismas por las cuales termina abriéndole la puerta.


Changmin no le espiaba. Pero de alguna manera lo hacía al mismo tiempo. Podía parecer muy extraño teniendo en cuenta a alguien tan soltado de todo como él pero tenía esta sensación de disgusto en la boca de su estómago cada que repasaba esa última conversación que había mantenido con su vecino.


Desesperanza no era lo que Yoochun había usado en él cuando había estado en sus zapatos. Y no era eso lo que había intentado con el chiquillo tampoco.


Pero había olvidado que Jaejoong era eso justamente. Un chiquillo. Y había una gran chance en las probabilidades de que aquel muy tonto pelinegro hubiera malinterpretado lo que había intentado decirle.


Así que no le espiaba con intereses inadecuados. Pero mentiría si dijera que no estaba a su pendiente...


Changmin dejaba abierta la cortina del frente y tomaba el asiento en el sillón más alejado de la tele porque desde esa posición podía ver la calle allá afuera y más específicamente la otra acera, Incluso mantenía a veces la tv a un volumen lo suficientemente bajo para permitirle escuchar algo...lo que sea que pudiera abalarle la llamada a Yoochun. Aunque debía admitir que eso no era más que un 10% de si mismo, el otro 90% solo quería que dejase de importarle todo esto de una buena vez.


Tenía una cantidad exhuberante de documentos por revisar en el despacho de su casa como para darse el trabajillo de anotar en ese gran cerebro suyo cada nuevo modelo de coche que se estacionaba en la casa del frente y del que bajaba un Kim Jaejoong con aquel mismo collar de púas alrededor de su pálido cuello, con las llaves ya en manos y esas botas ridículas prácticamente ladrándole al mundo: en esta noche le he brindado más orgasmos a terceros, de lo que tus manos en el pasado año.


Al parecer la política del menor de mantener todo lejos de casa había quedado tan en el olvido como la presencia de Claudia en la mecedora cada mañana. Changmin se sentía bastante incómodo de atreverse a creer que era consecuencia de su input o algo. Solo algo. No lo suficiente para ir a tocarle la puerta sin embargo. 


El castaño no estaba inmiscuyéndose ni un pelo más en ese asunto.


Jaejoong le atraía sexualmente. No podía negárselo. Le quería bajo él gruñendo improperios mientras se hundía en sus muslos abiertos. Sí, los sueños no habían cesado y la tensión sexual le carcomía las entrañas cada mañana que despertaba, porque sus ojos morían por comprobar si ese lunar en la cadera que el Jaejoong de sus sueños tenía, era una realidad en el de carne y hueso.


Así que en definitiva no podía pretender siquiera acercarse a él en plan "amical" o mínimamente empático. Porque lo que buscaba estaba ciertamente muy alejado de ello y Changmin se negaba a hacerse así de sinvergüenza.


Lo cual incluía acciones que rodeaban el tocarle el timbre de la casa y preguntarle “oye ¿estás bien?” porque era obvio que el muchacho no lo estaba. Ni lo estaría...por mucho tiempo quizás... así como había tenido la gentileza de decirselo él mismo.


Joder...


¿En dónde demonios estaba el mediador de Yoochun en todo esto, ah? Él era el de las habilidades sociales y los ojos paternales. Changmin solo era el vecino que quería ponchárselo....y muy duro.


Quedaba claro que su único deber era parar toda esta locura hormonal dentro suyo. ¿Qué carajos andaba mal en él? Ese estaba chiquillo. Bueno no exactamente. Era legal ¿al menos? De todas formas... Sexo no era lo que Jaejoong necesitaba. Sexo era en lo que el niñato se escudaba. Y Changmin no iba a ser otro choque y fuga más que le hiciera cavar más profundo el hoyo en el que se estaba enterrando, por mucho que lo quisiera…


Aunque estuviera muy al tanto de que la única forma de deshacerse de toda esta tensión sexual dentro suyo sería corriéndosele adentro. Pero todo esto había acontencido y pues no era tan hijo de puta para satisfacer las necesidades carnales que Jaejoong en el estado que se encontraba muy probablemente no le negaría, y luego caminar de vuelta a su casa (cruzándo la maldita pista, cabe decir) y pretender seguir con su vida como si no hubiera pasado nada.


Jaejoong probablemente no lo hallaría tan grave. Pero la conciencia de Changmin, pues sí. Había estado en sus zapatos. Y eso sería en su libro su ticket al infierno.


Así que había decidido solo hacerse a un lado y abstenerse de hacer más daño.


Lo había hecho ejemplarmente bien, hasta que Yoochun le había llamado una tarde desde el trabajo, preguntándole si ya estaba en casa, lo cual pues estaba. Para luego pedirle de favor que irrumpiera en la casa del punketo y le rellenara la nevera con comida, abarrotes, lo básico al menos, y algo en la voz de su amigo contándole de los 5 kilos que el joven problema había perdido fue lo que le hizo terminar aceptando.


Necesitaba superar este complejo suyo...en verdad. Iba a volverse loco y altamente manipulable de lo contrario.


Se recriminó en todo el camino al mall haber aceptado. Porque ¿cómo mierda iba a irrumpir en la casa de alguien? Mucho menos al chiquillo que le había cargado por un pete en menos de 24 horas de haber compartido vecindario.


Se martirizó por su estupidez mientras bajaba de su auto. De todas formas ya había llegado a su destino... sería más patético timbrarle a Yoochun y ponerle alguna excusa, así que compró leche, frutas, verduras, carnes, huevos, harina y pescado. Un poco de café, de té. Un enorme frasco de nutella para su noona. También mucha comida instantánea. Los fideos no eran muy nutritivos, pero llenaban estómagos vacíos. Al menos, el de él durante esos años oscuros.


Volvió a su auto con las bolsas y las acomodó en la maletera. Llamó a Yoochun le hizo un pequeño inventario de todo lo que había comprado y después de muchos agradecimientos que no se merecian, encendió el auto y lo puso en marcha de regreso a casa.


Jaejoong solía llegar siempre muy entrada la noche. Changmin no veía porque esa debería ser la excepción. Pero igual estacionó en su acera. Tenía que cargar bolsas e iba a ser bastante obvio si debía cruzar toda la pista con ellas. Además dado la gran cantidad de autos que venían ahora allí. El suyo no levantaría muchas sospechas.


Bajó él solo primero y rodeo rápidamente la casa. Halló la ventana oeste del primer piso y se agachó a levantar la maceta de la planta de plastico ornamental que había debajo. No tardó en encontrar la llave de la que Yoochun le había hablado y suspiró. La metió en su bolsillo y quiso espiar por la ventana por si veía algo que le indicara que Jaejoong por esas cosas de la vida estuviera en casa, al apoyarse en el vidrio la ventana se abrió sin más.


Changmin masculló una maldición sin querer. ¿Qué no sabía la cantidad de casas que estaban siendo saqueadas en los últimos días? ¡No podía ser tan descuidado! Independientemente del estado en el que se encontrara. Alguien tenía que hablar seriamente con ese chiquillo.  Con el ceño fruncido volvió al auto y tratando de cargarlo todo en un viaje se ocupó ambas manos, encajó la llave e ingresó. La casa no era tan diferente a la suya, como en todo suburbio.


Pero se notaba el gusto femenino en el papelado de las paredes. Todo tenía mucha vida y combinaba grácilmente. Changmin no podría culparle por no querer estar en casa. Toda la sala estaba inmaculada dentro. Con la mecedora de Claudia a un lado. Los muebles prolijamente cubiertos con una pequeña sábana blanca. Los espejos relucientes. El cristal del televisor, todo. Caminó un poco tambaleante con todas las bolsas por el pasillo buscando la cocina. Abrió la refri y tal como Yoochun había pensado la encontró vacía. En la puerta tenía escrito Jaejoong con imanes de colores. Algo que posiblemente Claudia habría hecho.


Changmin sintió una puntada de empatía recorrerle la médula. Dobló sobre sus talones antes de conectarse aún más y procedió a ubicar todas las cosas que había comprado dentro. Se dió cuenta que había traído la nutella que le había comprado a su noona también, no supo que lo corrompió a depositarla en uno de los reposteros, junto con las otras harinas y condimentos, pero lo hizo sin más.


Se ocupó de las comidas instantáneas a continuación situándolas en el lugar más visible para que el niñato las tomara en cuenta.


Recogió las bolsas las aplastó las metió todas en la más grande. Y limpió con un paño las huellas dactilares que había dejado en la manija de la refri. Caminó de regreso al pasillo satisfecho. Largémonos, se dijo. Pero entonces ubicó otra puerta al final. Estaba abierta a la mitad y la curiosidad terminó ganándole así que se encaminó hacia ella.


Grande fue su sorpresa cuando halló el cuerpo desnudo del muchacho sobre la cama. Era su habitación. Jaejoong estaba en casa.


¡Oh mierda! ¡Jaejoong estaba en casa!


Retrocedió un paso en pánico y las bolsas que tenía en las manos se aplastaron contra la puerta. Changmin volvió la vista al cuerpo del muchacho esperando que se levantase pero no Jaejoong seguía muy quieto y esta vez el castaño se asustó.


¿Cuanto ruido habría hecho entrando y todo? ¿Por qué no le habría oído? ¿No estaría muerto o sí?


Sus ojos recorrieron ese cuerpo ajeno intentando ver si su caja torácica se movía de arriba abajo como debería. Pero el muchacho se hallaba de costado ¿Qué hacer? Caminó despacio hasta él, adrenérgico, pensando como abogado primero y luego progresivamente más como humano, hasta que llegó al otro lado de la cama. Si le tocaba la carótida podría saber si su corazón aún latía, pero si es que estaba efectivamente vivo, eso sin lugar a dudas le despertaría.


Buscó en puntillas en el cuarto un pequeño espejo y cuando lo encontró. Lo dirigió a las fosas nasales del muchacho. El vidrio se empañó al instante. Changmin respiró aliviado.


Vale. Joder. Estaba vivo. Bien, media vuelta se dijo. Intentó incorporarse. Cuando sus ojos se encontraron con unos negros a través del reflejo.


“¿Tratando de violarme mientras duermo?”


Mierda.




CONVERSATION

11 comentarios:

  1. JAJJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAAJ LOL!!!!.. Changmin tiene mi suerte xDD:. le pasan cosas malas(?) cuando quiere ayudar gente.. ;O; hay malentendidos XDDDDD jhsjdhjhsjfhjskf DIOS!!! CONTI!!! morire si no hay conti!!!! kjahdjhkshfkjhsjkfkahfs LOL!!.. yo si lo violaba xDDDD

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    1. yo me apunto a tu casa. Violemos a Jaejoong por un mejor mañana.

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  2. Ohhhhh por dios !!!!! Nooooooooo ahora si me voy a volver loca, justo lo dejaste cuando estaba apunto de darme algo, jajjaa changmin espia me lo imagino pegado a su ventana observando , y ufff aun sigo traumada ojala actualices asi de rapido otra vez que se quedo en lo bueno gracias por el capo hasta prontito cuidate ♥

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!!!!!

    Santo dioos...por que dejarlo en lo más interesante de la historia (?)....tal vez no es lo más interesante , pero definitivamente si me has dejado en ascuas!!! DDD:

    Ese Jaejoong me tiene intrigada....adsadadad

    Ahora si puedo decir en todo su esplendor que ESPERO CON ANSIAS LOCAS LA ACTU *---*

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    1. espero que el capo que siguió te gustara. Nos divertimos mucho escribiendo esta historia n_n

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  4. rayoss!! JJ le diste un susto de muerte!!!

    jajajajajajja mori moriii XD

    CM enserio eres ajajajajjaj aXD
    actu pronto!!

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  5. Como puede ser que Changmin empieze como acosador pasivo, a ser repartidor de viveres y termine como presunto violador??? XDDD

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    1. pasa, pasa, sobretodo si nos lo dejan al libre alvedrio de un par de locas.

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  6. Por Dios lo he AMADOOO! Lei todos los caps de una y realmente me encanta como escribes :). Espero contiiii <3

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    1. estamos en eso, pasate a leer los siguientes cuando puedas n_n

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