No es como si te vistieras mal. Pero el terno
que usas para el trabajo no es Brioni ni un Veneta. No es tampoco el más
barato. Es solo un terno ¿no? Un traje. Te talla exacto y te hace lucir
profesional. Y eso te basta. Eso debería bastarles a todos, piensas, y es que
siendo sinceros ¿Por qué alguien querría gastar hasta 1000 euros de más cuando
todos eran trajes al fin y al cabo? Esos 1000 euros podrían servir para tratar
de aplacar el hambre del mundo o comprarte la última pantalla plana de 50
pulgadas que morías por tener en tu sala. Pero claro, Kim Jaejoong pertenece a
ese 15% de la población mundial con una visión diferente del dinero. Ese 15 al
que nunca le has hallado sentido. Ese muchacho andrógeno perteneciente a ese 15
por ciento al que le debes mucho más de lo que al mejor de tus amigos. Ese por
el cuál estás entrando en esa tienda temiendo que te cobren por la visita.
Has sacado 200 euros del cajero. Y te duele. Porque
será para comprar una prenda, una que ni siquiera vas a usar tú. Pero te has
tenido que chupar tú tacañería y los haz metido en tu billetera antes de que el
Changmin (ese que te dice que Jaejoong es lo suficientemente rico para
comprarse otra por sí mismo y siendo una celebridad nica va a irte a reclamar
nada) te gane el debate mental que se lleva a cabo en tu cerebro.
La encargada te hace una reverencia, con una
sonrisa excesivamente cordial y te intercepta antes de que des el cuarto paso.
“¿Puedo ayudarle, señor? ¿Qué es lo que está
buscando?”
La miras
algo incómodo devolviendo la reverencia. Y buscas en la pequeña bosa en el que
metiste la bufanda ya limpia esa mañana, o bueno al menos la bufanda sin sangre
o vomito. Y se la muestras.
Ella se inclina y pone la misma cara que el
niño bonito 2 días atrás. Que son los que te han tomado recuperarte de toda la
septoplastía.
“Quisiera una igual, esta como ve sufrió un
pequeño accidente.”
Un accidente que tiene tu nombre y apellido
como única causa.
“Por supuesto, señor, déjeme decirle que tiene
un gusto excelente, es de la última colección exclusiva, por suerte la tenemos
en stock.”
La palabra exclusiva te provoca un tick en el
ojo, pero tratas de comportarte como ser humano normal y no salir corriendo
como un bólido. La señorita te señala el camino para que la sigas y la sigues a
su paso de té. La tienda esa sí que es enorme. Junsu no se la había podido
creer cuando lo habías llamado para preguntarle en donde podrías encontrar una
sucursal. Junsu es amigo tuyo de la universidad. Su padre es dueño de uno de
los periódicos nacionales más exitosos. Y por tanto Junsu al igual que
Jaejoong…se maneja en este terreno.
“¿La quiere en el mismo color?”
“Sí, por favor,” respondes.
“Muy bien, ¿desea que lo envuelva como un
regalo?”
“No, no solo, así está bien.”
“Entendido, sígame por aquí por favor.”
La sigues de vuelta a la parte de caja y ves a
la encargada poner el producto en una caja y luego en una bolsa excesivamente
grande con el logo en toda la portada. Y quieres reírte porque lo primero que
harás saliendo de ahí es subirte a tu pequeño toyota.
“¿Desea pagar en tarjeta o en efectivo?”
“Efectivo.”
“Vale, son 120 euros,” los tres números duelen,
y se nota en la mueca de profundo sufrimiento de tu rostro.
Cual robot metes tu mano en tu bolsillo y sacas
tu billetera. La abres, extraes los 200 euros y se lo entregas. Te devuelven el
cambio. Sonríes. Y caminas lo más rápido que puedes a la salida. Suspiras una
vez fuera ¿Cuántos días de solo ramen serían? Prefieres ni sacar la cuenta.
Ahora ¿Dónde te dijo Jaejoong que vivía? Sacas las llaves de tu bolsillo y
caminas hasta el parking.
Tu pequeño Toyota te sonríe entre la panda de
carrazos del año que de seguro no han sobrevivido a todas las guerras que el
tuyo sí. Entras y buscas en la guantera la pequeña tarjeta que Jaejoong te
había dado antes de dejarte en el taxi a tu casa, esta vez sí habiendo pagado
por adelantado.
Dios, eres un parásito.
Chundamdong, lees. Por supuesto que vive en
Chundamdong. Quizás sea amigo de Junsu y tengan fiestas de té importado de la
propia india. Ahora cuanto irá a costarte la gasolina. Maldito sea el momento
en que quisiste hacer algo diferente para despejarte esa enorme cabeza tuya.
Golpeas un poco el timón pero logras recobrar
tu cordura en el primer kilómetro. Esa te va a servir de lección para una
ocasión futura en que te la quieras dar de cojudo. Y tu cerebro tenga otra más
de esas ideas brillantes.
Te toman casi cuarenta y cinco minutos llegar,
porque el tráfico en Seúl es una mierda a las 7. Le enseñas la tarjeta al dueño
de la enorme residencial al que llegas. Y felizmente no te hacen mucho chongo,
pero debes incluso dejar tu tarjeta de identificación en la puerta.
Ingresas en tu auto y es como una ciudad
independiente ahí dentro, separada por manzanas y demás. Llegas siguiendo las
direcciones a la que debe pertenecer al niño bonito. Y de pronto tu estómago
parece tener un nudo. Por razones que desconoces intentas arreglarte el cabello
en el espejo de tu auto. Y bajas luego de ensalivártelo un poco en el frente.
Tus nudillos se detienen cuando ves el timbre y
acomodándote el saco del sastre, lo tocas. La melodía de tu canción favorita se
oye, y te agarra indefenso. Sonríes. Con la bolsa de tu reciente compra
colgando de tu mano derecha.
La canción llega a mitad cuando escuchas ruido.
Te irgues muy recto en tu asiento y aspiras aire para decir hola, cuando
sientes la puerta abrirse, pero debes botar todo el aire porque la persona
parada en el umbral es un hombre al que no conoces, un muy desnudo hombre al
que no conoces.
Los colores se te suben a la cara ¿te has
confundido de casa? Oh dios.
“¿sí?” el hombre te pregunta y tú solo quieres
desaparecer.
“Sí, hola, esto…busco a Jaejoong,” le dices
totalmente incómodo ni siquiera mirándole porque ¿Qué no se va a cubrir con
algo?
“¿A Jaejoong-ah?”
“Sí, esto,” alzas la bolsa torpemente, “quería
darle esto que…”
“Aw, ¿es un regalo? ¿Qué es?”
El peso de la bolsa desaparece de tus dedos de
repente, y ves como aquel pelinegro extrae la caja de la bolsa y de ella la
cochina bufanda esa. Y ahora tiene una sonrisa enorme en la cara.
“Ay no, cariño, o sea tienes buen gusto y todo,
pero justamente yo le he regalado una igual el Lunes, lo siento.”
Antes de que puedas responder, Jaejoong aparece
en la escena. Con los cabellos alborotados y un polo que muy obviamente acaba
de terminar de ponerse. Felizmente él si lleva pantalones y te mira sumamente
avergonzado cuando se da cuenta que ¿su pareja? Está tan desnudo como vino al
mundo.
“Dios, Chun, tápate con algo,” chilla
empujándolo a dentro y luciendo aún más sulfurado porque debe tocar su piel
desnuda con sus manos y todo es…demasiado bizarro, y tú solo quiere volver a tu
pequeño auto y largarte y pretender que esto jamás pasó.
La bolsa cae a tus pies entre su forcejeo. Y
Jaejoong la nota. Logra meter al pelinegro dentro y cierra la puerta. Sus
orejas están tan rojas que te dan ganas de tocarlas solo para comprobar si
están calientitas ¿Y QUÉ RAYOS?
“Lo siento, él, Yoochun está algo zafado y ¿es
eso lo que creo que es?” te pregunta recogiendo la bolsa con las enormes letras
Louis Vuitton en la portada.
Tú asientes. Sintiéndote soberanamente
avergonzado. Quieres decir gracias. Pero la lengua se te enrosca. Él extrae la
bufanda del empaque y sonríe.
“¿Sabes? No creí que vendrías,” te dice,
colgándose la bufanda en el cuello y luciendo como todo una estrella de cine.
Esta vez no lleva delineador, pero su piel sigue siendo tan de porcelana y sus
labios tan rosados, que de todas formas luce extraordinario.
“Te la debía después de todo.”
“¿No es más fácil decir solo gracias?” Te dice
en burla.
No esperándose el “gracias,” que le dices
entonces. Sabes que te has sonrojado por la forma en que sus labios se
divierten. Y sus ojos negros se achinan incluso más, y las pequeñas bolsas
debajo de los mismos se le pronuncian. Es una imagen de las que ves en las
publicidades enormes que elaboras. Una imagen hermosa que sería todo un éxito.
“No hay de qué, solo ayudo a mi prójimo, es que
verás, soy así de buena persona,” se pavonea él y quieres golpearle el hombro
de forma amistosa, pero tu condición de parásito te obliga a detenerte.
Miras hacia tu auto como diciéndole que ha
llegado la hora de retirarte, y él te entiende al tiro. Caminan hasta tu auto,
y no sabes exactamente que más decir así que solo entras, enciendes el motor y
antes de ponerlo en marcha, sientes que alguien golpea la ventana de la parte
del copiloto, volteas y Jaejoong se pega un poco al vidrio para decirte,
“intenta evadir los postes y la policía, Changeol.”
Y tú solo te ríes. Porque en su historia ni
siquiera llevarás tu verdadero nombre sino eres más bien un tal Changeol, el
chico del poste. Le haces un pequeño asentimiento con la cabeza y metes
primera.
“Cuidate,” te hubiera gustado decirle, pero ya
estás en el portón recogiendo tu documento de identidad.
Suspiras cuando tomas la principal hasta tu
casa ¿Qué se supone que hagas con esa Louis Vuitton percudida en la pequeña
bolsita del asiento del copiloto? ¿Enterrarla? Masajeas tu cuello en la luz
roja. Al menos ahora cuando te veas la nariz perfilada en el espejo culpa no
será lo que experimentes.
Jaja ya vez estuvo hermoso, jajaja me encanta la personalidad de changmin y asi o mas tacaño jajjaa ok no , pero kimmy que has hecho ???? Jajaja dios casi me caigo cuando lei "chun" por dios sabes que tengo una debilidad por el soulmate y hskgajdhasjdgsgajgd lalala estoy como tarada ya me hacia falta minjae ♥ gracias por actualizar nos leemos en la proxima. Cuidate C:
ResponderEliminarKimmy y asi acaba todo???? Dime que habra continuacion por favor.... Tu fic me ha subido la moral despues de que dos seres infames me la bajaran con su "perfectes" y haciendo cosas que no deberian en conciertos donde no estoy :(
ResponderEliminares un serial, claro que no, changmin todavia tiene que volver a la carcel ;D
EliminarAJAJAAJAJJAAJJAJAJAJAJA LOL!!!!!!!!!!!!... tacaño de mi vida <3 joder ;O;.. como pude perderme su colita!!!! <3 lo amo <3
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHH por que no se envió todo??... te escribi un testamento!!! ;O; jdshskjsf .<!!! eishh.. igual.. te comentare.. así me hagan bullying(?) .. kjshjsf como te decia en mi anterior coment.. no hay un buen MinJae/Jaemin sin un fucked Yoochun desnudo!!!! B| i'm serious i'm serious~ ... skdjshdjkfhsfk DIOS!! conti maestra!! conti!!! muero con estos..adkjhsjfhf -y se va a seguir alucinando que la que vio a Yoochun en pelotas fue ella *su bia*-
EliminarChangmin Changmin <3 amo su nariz perfilada XD.. ajkdhksjd JAJAJA y como es eso que lo quieres enviar a la carcel primero?? XDDd... e.e vigila que esté alli xD ok no Q-Q... quiero verle <3 sjdkafs XD <3
Por favor por favor!!!!! Conti!!! Me encanto ese jae y mi pobre mine parasito(? *-* tmjpwajwjtk conti!!;
ResponderEliminarNo puede esto quedarse asi, el parasito, digo Changmin ( alias Changeol) tiene que acercarse a Jaejoong!! Aunque no se de que manera XD
ResponderEliminarWaaa me encanto jajaj "cuidate de los postes y los policias" XD tengo que seguir el consejo de Jaejoong con eso de los postes o tendre cuernos toda mi vida XD jajaja me encanto, gracias por el capítulo, y así que la bufanda se la regalo Yoochun, interesante, gracias por el capí, ya quiero saber como se volverán a encontrar nuevamente, esperare el prox capítulo con ancias n.n
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