MOSH (Capítulo 9)
Sé que
este les va a gustar mucho. Gracias por sus lindos comentarios. De parte de
mimmers y yo (la burra siempre por delante ;)
Título: En emergencias
Autor: IzoJung / Kimmy_lin
Pareja: JaeMin
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida(?) / T
Estado: En proceso (8/?)
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida(?) / T
Estado: En proceso (8/?)
Resumen: Todas las razones por las que Shim Changmin no debería dejar a su vecino entrar en su casa, son las mismas por las cuales termina abriéndole la puerta.
Los minutos pasan mientras sus manos desenredan los nudos que mantienen atado a su vecino a la cama. Él está sudando, inconsciente. Changmin ha llamado a emergencias un segundo atrás cuando Jaejoong se desmayó en sus brazos y ahora le tiembla todo, porque esa persona puede morirse ahí ¿no es así?
La adrenalina pica en los dedos del castaño y le vuelve inútil, y es que como abogado que es, él sabe que no debería seguir ahí. No puede hacer más de todos modos. Ya ha hecho la llamada y si se queda tendrá que dar explicaciones del tipo ¿qué cojones haces con un homosexual medio muerto en la cama del dueño de la casa al cual por cierto acabas de sacarle la mierda?
Shim se pasa la mano por los cabellos. Jesús. ¿Qué hacer? ¿Qué carajos hacer?
Esa piel blanca suda, pierde más agua de la cual puede permitirse y le pone cada vez más de los nervios. Changmin decide desnudarle en un intento de ayudarle, le quita los collares, la chamarra y le deja en camiseta y ropa interior pero honestamente no hay mucho cambio.
El muchacho continúa emanando tanto calor que Changmin quiere de pronto solo ir escaleras abajo y golpear un poco más al hijo de puta que ha dejado que el muchacho llegue a esto.
¿Cómo ha podido?
Sus pulgares no terminan de decidirse si llamar a Yoochun o no, pero necesita de alguien que le diga que el niño no se va a morir ahí mismo así que termina llamando a Junsu. Cuando cuelga después de gritar en resumen la situación que atraviesa, se levanta a zancadas de la cama y abre las dos ventanas de la habitación ¿qué más puede hacer para bajarle la temperatura?
¡Oh, sí! ¡Compresas! ¡Compresas!
La ambulancia llega minutos después y son recibidos por un Junsu bastante pálido, los paramédicos retiran el cuerpo de Jaejoong en una camilla en lo que toma casi un segundo, con las compresas de agua fría que Changmin ha improvisado con las cosas que ha encontrado en la cocina. El equipo médico las sustituye inmediatamente con compresas propiamente dichas y le trasladan con ventanas abiertas.
Ninguno parece preocuparse por el otro cuerpo con un tabique irreconocible que está tirado dentro de un armario bajo las escaleras, pero eso es probablemente porque ninguno de ellos alcanza a verlo, Changmin se ha hecho cargo de eso, la basura esa no va a morirse de todas formas. Y el dolor…tan volado como va, no cree que vaya a generarle mayor problema.
El castaño espera por Junsu en su auto, Kim toma el asiento del copiloto cuando termina de hablar con los paramédicos, se abrocha el cinturón y patrullan justo detrás de la ambulancia.
Ninguno de ambos dice nada, ninguno quiere pensar que cada pequeño segundo que pasa reduce las posibilidades de la persona que está siendo trasladada, Shim saca el celular de su bolsillo disponiéndose a ponerlo en manos libres pero Kim se lo quita al segundo.
“¿Qué crees que haces?” le pregunta.
“¿Cómo que qué hago? Llamo a Yoochun,” Changmin le medio grita como respuesta intentando recuperar su móvil, coger el timón con la otra mano y mantener los ojos en la autopista, así es como los accidentes pasan, es lo que piensa. Kim se pasa el móvil a su otra mano, incluso más lejos de él.
“¿Y para qué exactamente? ¿Qué crees que puede hacer Yoochun aquí?” Junsu le pregunta como si fuera un estúpido con el que intenta razonar.
“Pues no lo sé, ¿hacerle entrar en razón? Digo…está en ambulancia por la puta madre y ni siquiera estoy seguro si va a...si va a poder contarlo.”
Junsu frunce el ceño.
"¿Es que no estás enterado de nada?" le pregunta negando con la cabeza.
Changmin no sabe que responderle ¿Es que hay algo que debería saber? Nada tiene sentido para él.
“Se ha peleado con Yoochun ¿vale? ¿Por qué demonios crees sino que Yoochun no viene y te usa de intermediario?” Junsu le pregunta exasperado.
Shim se queda sin palabras, “pero…” intenta de nuevo.
“Mira si llamamos a Yoochun, es todo ¿ok?, Jaejoong no es Jaejoong ahora mismo, y si termina cerrándonos a nosotros también va terminar de irse a la mierda, necesitamos mantenernos a su lado.”
El castaño sostiene el timón con más fuerza ¿en qué demonios se ha metido? Hay una persona con un alto riesgo de vida siendo transportada en una ambulancia delante de él. De pronto quiere tan solo gritar su frustración. Retroceder en el tiempo e ignorar el timbre en su puerta esa noche que se mudó, quiere no saber de Kim Jaejoong, no más del hecho de que es el punk de la cuadra, amigo de Yoochun. Un completo extraño.
No es como si no lo fuera ahora tampoco.
Porque lo cierto es que no sabe la primera cosa del niño. No sabe nada de las cosas que le gustan o qué hace por la vida, no sabe aún siquiera si Kim es realmente un prostituto o si tiene tan solo una vida sexual bastante activa.
El Kim con el que se ha acostado, no es quién en realidad es, es solo un chico roto. No. No son amigos ¿Son siquiera conocidos? ¿Cuántas palabras se han dirigido antes de que alguno de ambos estuviera de rodillas?
Pero tiene responsabilidad aquí. La tiene. Él ha podido detenerlo ni bien lo supo. Es el adulto aquí. Debió decir algo en su momento. No ser una basura más.
Si algo le pasaba al niño estaría totalmente en él. No quería inmiscuirse en esto pero ya lo había hecho. Y no había vuelta atrás. El mismo se había cavado el hoyo. Y ahora tenía que arreglarlo. Porque le jodiera o no. Ese era el tipo de persona que era.
"¿Y qué pasa si...esto termina mal? Yoochun debería saber al menos..."
"No lo hará, no lo pienses, mucho menos lo intentes decir...el no va a irse hoy día, no así," es lo último que Junsu le dice en todo el camino.
Tiene los ojos enrojecidos y los dedos entrelazados con fuerza. Changmin le respeta el silencio.
......
Le practican un lavado peritoneal y otras cosas que el doctor les dice, pero que el castaño no termina de pillar porque Junsu firma los papeles de la historia clínica identificándose como el primo del chiquillo y la verdad es que ahora sí Changmin no entiende nada.
Logran estabilizar al chico a la hora pero debe mantenerse con el tratamiento por un tiempo considerable. Afuera ya es de madrugada. Las 2 o 3 quizás a juzgar por toda la espesa oscuridad. Junsu decide dejarle descansar hasta que recobre la conciencia por sí mismo. De modo que después de haber terminado con todo el papeleo se sienta al lado de Changmin a esperar fuera de emergencias junto a extraños que deben ser parientes de algún otro que también se encuentra luchando por su vida.
El rubio suspira y voltea hacia él, “sus padres murieron cuando tenía 7, accidente automovilístico, toda una tragedia, mi madre era bueno…madre soltera, no pudo hacer mucho, así que le enviaron al orfanato, Claudia trabajaba de servicio ahí, fue quien le cuidó, pero obviamente no tenía una posición económica para poder adoptarle o un esposo que le hiciera lucir mejor en los papeles pero Jae estaba tan encariñado con ella, que adoptó esta modalidad de vestir y todo, para alejar a las parejas que mostraban interés en él, nadie quiere un chico rebelde ¿no?”
El rubio juega con sus pies mientras le sigue contando.
“Descubrió pronto, a puertas de la adolescencia, cuan atractivo le resultaba a las personas y consiguió un trabajo en una taberna, ahí fue en donde conoció a Yoochun y a un buen puñado de personas más. Cuando cumplió la mayoría de edad le pidió a Claudia que viniera con él, ella ya no estaba en condiciones de seguir trabajando pero necesitaba el dinero. Jae había ahorrado suficiente para pagar el alquiler de medio año en un pequeño depa en un sitio no muy bonito pero Yoochun les ofreció un trato mejor, aceptó los ahorros de Jae como derecho de piso y solo acordaron en que debían pagar los gastos de agua y luz, y cuidar de su querido jardín. Jaejoong terminó convenciéndola, y así es como empezaron a vivir juntos.”
Changmin asiente, "mira creo que te lo he dicho ya...yo"
Junsu le corta negando con la cabeza.
“Sé que no eres una mala persona Shim Changmin, no estarías aquí de lo contrario. Además para que seas tan cercano a Yoochun.”
“¿Conoces a Yoochun?” El abogado le interrumpe.
“Claro. A través de él fue que pude conocer a Jaejoong. Además salimos por un tiempo.”
Changmin se atora con su propia saliva, “¿disculpa?”
“Bueno, no salimos propiamente, lo hicimos en los baños de la taberna un par de veces, le di el mejor orgasmo de su vida, o eso me juró la primera noche ¿en serio no te dijo nada?”
Changmin es consciente de que está con la boca bastante abierta cuando sacude la cabeza para decir, “No.”
“Oh vaya, bueno,” el rubio se ríe, no luce ni remotamente afectado.
“¿Entonces...?" Changmin arruga el ceño procesando demasiada información junta, "él te presentó a Jae?”
“Sí, llegué a esa taberna de casualidad, él nos pidió un trago y le llamó para atendernos, si no hubiera escuchado su nombre entonces no le habría visto con tanto cuidado. No estuvo muy feliz de conocerme, pero tampoco me echó. He intentado mantenerme al tanto de él, desde entonces. Le pasaba alguna propina a Claudia de vez en cuando, cuando los trabajos de Jae chocaban con sus estudios y se veía obligado a dejar algunos o tenían problemas con el agua o la luz.”
“¿Él trabaja?”
“Pues trabajaba antes de… ¿Qué pensabas que vivía del aire?”
¿Pensaba que era prostituto? Changmin piensa en responder pero luego decide modificarlo un poco.
“Pensé que Yoochun le…”
“¡Ja! Cómo si Jaejoong fuera de los que aceptan favores porque sí, ¿no sabes nada de él, no?” Junsu le dice.
“No,” Changmin admite, porque es la verdad al fin y al cabo. No tenía idea de que su vecino estudiara siquiera.
“Estudia diseño,” Junsu le dice, “es bastante dotado a decir verdades, tiene las mejores calificaciones y una beca," suena como un hermano mayor hablando de su dongsaeng.
Y aquí él pensó que el niñato no tenía a nadie. Esto de cierta manera ayuda con la carga sobre sus hombros.
"Pero necesita dinero para materiales y eso así que trabajaba en muchos sitios, cantaba en clubs, hacía de Dj, paseaba perros, los bañaba, incluso a Yunho, a él le hace de modelo, ese hombre tiene cierta afición por la anatomía de superficie, Yoochun nunca había estado muy de acuerdo con eso porque Jung parecía siempre necesitar de drogas para poder plasmar mejor su arte, a Jaejoong no parecía molestarle en absoluto como él no era el que se metía nada dentro, pero bueno con todo esto…Claudia fue como su madre y…supongo que él,” los ojos vuelven a llenársele de lágrimas.
Changmin asiente bajando la cabeza.
“Yoochun se peleó con él hace poco más de una semana, fue a hablarle y a Jaejoong nunca le ha gustado que nadie le hable de cómo se siente y esas cosas, pero Yoochun, Yoochun es lo más cercano a un figura paterna para él, honestamente no había querido creer que estaba tan mal hasta que los coches empezaron a llegar al vecindario y le enfrentó y Jaejoong, Jae ya no es él y se comportó mal, Yoochun tiene una paciencia lo sabe, no pudieron llegar a un acuerdo, Jaejoong se sintió aún más culpable después y todo empeoró, por eso decidí rondar por las noches para ver si volvía a casa o no, y es cuando le vi ir a tu casa.”
Changmin no tienen tiempo de sentirse como todo un hijo de puta porque el médico está de pronto caminando hacia ellos y avisándoles que Jaejoong ha despertado finalmente.
“Vale, entonces, vas tú,” Junsu le dice metiéndose las manos a los bolsillos.
Shim voltea a mirarle como si le hubieran crecido dos cabezas pero antes de que pueda decirle algo Junsu le explica, “si me ve aquí, puede no reaccionar muy bien, él está algo especial ¿sabes? Tú sin embargo, eres solo su vecino, estoy seguro de que le importa mierda lo que pienses de él así que…”
“Vale, me merezco eso." Changmin le responde.
“Dame tu número, infórmame de cómo va todo,” le pide el rubio sacando el móvil de sus bolsillos traseros para apuntar el número.
El castaño le dicta los dígitos de su número celular, tiene que de todas formas, para luego darse la vuelta y seguir al médico.
“El lavado ha sido un éxito, le hemos devuelto la temperatura, de todas maneras le estaremos dando algunas comidas saladas y frutos secos, hasta que se estabilice por completo,” el doctor le dice en el umbral de la puerta.
Changmin hace una reverencia. El doctor cierra la puerta tras de si.
Es una sensación poderosa, el alivio que lo supera cuando da los primeros pasos en esa habitación y esos ojos negros se fijan en los suyos.
“Gracias a dios,” Jaejoong deja ir en un suspiro tirando la cabeza hacia la almohada y respirando nuevamente al verle.
Changmin le entiende sin que deba explicarse, el muchacho debe haber estado temiendo que fuera un pelinegro más bien quien cruzara el umbral.
“Él dijo que...está todo bien,” el muchacho le dice.
Changmin de pronto quiere solo golpearle un poco, en toda la cara, con cada uno de sus nudillos.
“¿Un golpe de calor, Jaejoong? Pensé que jugabas en mejores ligas.”
El muchacho se pasa las manos por sus cabellos negros. Shim puede ver en las raíces algunos de los mechones verdes y amarillos que resaltan cuando los lleva más bien parados.
“Esto fue un error,” Jaejoong le dice.
"No, olvidarte de poner la alarma es un error, tener un golpe de calor por el uso de drogas es simplemente estúpido.”
“No eso. Vale, lo fue también. Pero me refiero a esto, tú ¿qué haces aquí?”
“Tienes suerte de que sea yo y no Yoochun."
El pelinegro frunce el ceño, “no tenías por qué, mira que nos hayamos acostado no significa que…”
“Que yo esté aquí solo significa que tienes suerte, suerte de que Yunho haya podido contactarme a pesar de su estado." le miente, "no puedo solo saber que una persona va a morir y colgar el teléfono. Así que puedes quitar esa cara, que me enferma.”
“Pensé que la indiferencia por el estado de otras personas era un requisito en tu profesión.”
Shim le mira y suspira. Sabe lo que el punketo intenta hacer.
“No puedes herirme con palabras, Jaejoong. Es parte de mi trabajo no tomar nada personal.”
El pelinegro se remueve entre la camilla y se queja cuando la aguja le pincha un poco el brazo.
“¿Así que, que es lo que quieres? ¿Ayudarme? No necesito tu ayuda ni la de nadie ¿Por qué mierda no pueden entenderlo?” El muchacho le grita frustrado, sus manos quieren ir hacia la venoclisis para arrancársela, Changmin le detiene del brazo intentando no perder la paciencia.
“Pues esto,” le dice Shim estirándole el brazo con más rudeza de la que pretendía, “opina lo contrario.”
El pelinegro le masculla una maldición.
Shim le suelta de mala manera.
“Mira, puedes dejar que te ayuden o puedes seguir actuando como un pendejo e intentar alejar a todas las personas que tienes a tu lado pero será una pérdida de tiempo ¿porque adivina qué? Lo siento mucho pero esas personas no van a irse, esas personas no se están yendo de tu vida ¿y sabes porque? porque te aman, ya te han hecho parte de su vida, les has dejado y ya no hay vuelta atrás. Todo esto, lo que sea que seas ahora. No puede con todo lo que saben que eres. Yo puedo salir por esa puerta fácil pero no vas a lograr lo mismo con ellos ¿vale? Como una persona que ha estado en tus zapatos puedo decirte con toda sinceridad ¿quieres follar con todo lo que se mueva? ¿Quieres intoxicarte con lo que esté a tu alcance? Pues bien ¡ve! Mira si es que eso va a hacer que deje de doler cuando intentes dormir.”
“No va a dejar de dolerme nunca ¡tú me lo dijiste!” Jaejoong chilla de pronto.
Changmin frunce el ceño y posiciona sus manos en las barandas de la cama.
“Me refería a que siempre va a doler, porque la vas a extrañar, porque no vas a tener a esa persona físicamente a tu lado, no que va a doler así como ahora que estás intentando aceptarlo ¡maldición!”
Changmin se lleva una mano a la frente. Jesucristo. Este muchacho puede cabrearlo con ganas.
“¿Pero cómo hago? ¿Cómo hago para qué deje de doler ya?”
Los ojos negros le observan enrojecidos cuando la pregunta vuela en el aire. Hay tantas cosas que sus labios fruncidos callan. Changmin no puede decirle que es sencillo, porque eso es algo que sabe ahora, algo que no supo cuando lo vivió. Y eso es algo que Jaejoong va a tener que aprender por sí mismo para poder cerrar este capítulo.
“Cometes las peores estupideces como esta, te das cuenta de que no lo estás manejando muy bien por ti mismo y pides ayuda,” le responde el castaño, porque esa fue lo que alguna vez le dijo Yoochun, en la mitad de una acera en una calle a la que jamás volvió a ir.
Kim guarda silencio, sus ojos se cierran cómo si acabara de recibir una de las peores noticias y Changmin no sabe si es que puede ponerle un brazo en el hombro, sólo para que sienta que no está solo ahí pero no lo hace finalmente porque tan hipócrita no puede ser.
No es el chico bueno aquí. Changmin observa el paquete de suero que cuelga a un lado ya casi a 1/4 de terminarse. Se aleja de la camilla hacia la pared. Supone que tendrá que esperar por él. Junsu debe haber desaparecido ya.
“Odio la nutella, es demasiado dulce,” Jaejoong le dice, muchos minutos después.
Changmin levanta la cabeza de su móvil al escucharle. Había arrastrado una de las sillas a un lado y sentado en ella, pensando que la conversación había terminado ya. No le entiende rápido.
Kim ve la confusión en sus ojos y se explica, “estaba tan enojado cuando la vi en mi cocina pensando que eras un cabrón total, que intentabas burlarte de mí pero luego abrí el frasco y solo...no lo sé fue como ¿recuerdas a ese niño que creías que era muy feo y raro en tu primaria pero que querías que fuera tu amigo?”
Changmin suspira.
“Jaejoong," le llama.
"No...no escucha ¿vale? No es como si hubiera algo raro aquí asi que ¿por qué tendría que parar? Claramente pasamos buen rato ¿eso podría considerarse como algo que suma no?"
"Lo que pasó no puede repetirse, Jaejoong.”
“¿Por qué no?” Jaejoong le pregunta, cruzándose de brazos.
Changmin no sabe cómo va a poder razonar con este chiquillo.
“Porque sexo no es lo que necesitas, Jaejoong, porque eres menor de edad y eso puede no importarte a ti pero me importa a mí y porque encima de ello tienes problemas que en mi libro y en el de cualquiera con dos dedos de frente te privan de tu autonomía, así que no voy a mentirte, de todos modos debe constarte ya, pese a lo mucho que te deseo, porque aparentemente así de perro soy, no sucederá de nuevo.”
Jaejoong deja caer su cabeza en la almohada.
"¿Crees que me has estado violando o algo por el estilo?" le pregunta arrugando la cara como si fuera un absurdo, "voy a cumplir 19 este año, legalmente en otros países tienes mayoría de edad a los 18..."
Tienes en realidad 18, el año en la panza de tu madre no debería contar, además en el país en el que vives – y que cuenta – la mayoría de edad se concede a los 21 y hay una buena razón detrás de ello. Changmin querría decirle pero sería en vano ¿no es así? Es justo por esto que Changmin detesta a los niñitos.
"Estabas drogado," le confiesa, será mejor hacerle saber el monstruo que ha sido en realidad.
El muchacho le mira al fin.
"Por supuesto que lo noté, ya te irás dando cuenta de lo mal que está todo ¿no?"
"Sabía perfectamente lo que hacía." Jaejoong le insiste.
"Yo también y no me detuvo."
Jaejoong parece cabrearse cuando le dice eso. Changmin resopla.
"¿Intentas ponerme un tu contra o algo? Decirme que lo entenderé cuando sea más adulto o una mierda por el estilo," Jaejoong va cabreándose más a cada segundo.
"Esto no se trata de mí, en lo que a mí respecta podemos ser incluso amigos, o quedarnos como vecinos o desconocidos. Lo que mejor te parezca. Pero fuera de eso te debo un consejo porque soy parte responsable de esto y ese el tipo de persona que soy. Así que las cosas están así Jaejoong, si quieres resultados vas a tener que dejar las andadas ¿vale? Hasta que todo esto esté resuelto al menos, si entonces tu respuesta es quiero follarme a todo lo que se mueva, estará bien, pero por ahora eso no es más que tu escudo así que si quieres sanar vas a tener que echarlo abajo ¿vale?"
El muchacho se mueve inconforme en la camilla pero no refuta. Changmin acepta la victoria en silencio. El empaque de suero del chiquillo está a minutos de terminarse. Toda esta noche tan terrible terminará pronto. Se permite un pequeño suspiro.
"¿Vas a decirme que no vas a extrañar los polvos?" el chiquillo le pregunta.
El abogado sonríe de lado.
"Creo que sobreviviré," le dice levantándose de la silla y caminando ya hacia la puerta, "le avisaré a la enfermera para que te retiren la vía, te esperaré fuera para llevarte a casa, te he comprado una pijama para…mientras está en ese cajón de allá abajo. No voy a decirle nada a Yoochun, espero no tenga necesidad de decirle nada ¿verdad?"
El chiquillo solo niega en silencio.
"Bien," el castaño voltea sobre sus tobillos.
"Espera," Kim le llama cuando tiene una mano en el pomo.
"¿Qué?" el abogado le pregunta volteando solo la cabeza.
"Ven acá un momento," el pelinegro alza la mano en su dirección.
Changmin vuelve todo su cuerpo y le alza una ceja. El chiquillo intenta acomodarse sobre la camilla pero aparentemente tiene los brazos aún débiles así que cuando falla, alza sus ojos negros hacia el abogado, frustrado.
"¿Quieres que te ayude?" le pregunta el castaño mientras se va acercando.
Movimiento aparentemente bastante ingenuo de su parte pues Jaejoong tira de su camiseta cuando llega a su alcance hasta tirarle encima suyo ¡y vaya que fuerza no le hace falta! Sus labios besan el cuello del abogado cuando le tiene en sus garras. Y sus manos van posicionándose al lado contralateral de su cuello para permitirle olisquear mejor su cabello.
"¿Qué haces?" Changmin le pregunta deteniéndole y semi incorporandose fuera del calor de su cuerpo.
"Dijiste que lo mejor que me parezca," el muchacho le responde.
"De entre las opciones que te di," el mayor le aclara.
"¿Hasta que cumpla 20?"
"¿Es que quieres un relación conmigo?" Changmin le pregunta.
El menor bufa bajo él al fin soltándole.
"Pues no."
"¿Entonces por qué tomarte tantas molestias? No debo ser algo que persigas, por lo que he visto compañía no te falta y honestamente, estoy en el punto de mi vida en que si follo más de una vez con una misma persona entonces estoy saliendo con ella."
"Valla forma de bajármela," el chiquillo reniega dejándose caer sobre la camilla ahora sin intenciones de nada.
Es algo adorable a decir verdades.
"Eso pasa a medida que uno envejece, Jaejoong," Changmin le dice.
Kim rueda los ojos.
Changmin vuelve a sonreír, "voy de salida, entonces."
“No puedo tener siquiera un orgasmo de despedida, ¿no es un poco cruel?” Jaejoong intenta hacer un gesto de súplica, sus ojos negros parecen capaces de tomar una gran variedad de matices, es un chiquillo bueno ese pelinegro, tan solo le ha tocado una vida dura.
“¿Es que no has escuchado una sola cosa de lo que te he dicho?" Changmin finge cansancio
"Oh no, lo he oído alto y claro, pero creo que tengo el derecho a un último orgasmo antes de la sequía."
"Jaejoong."
“¿Una paja al menos? Quien mejor que tú, mis otras opciones implican caminar de regreso a lugares de donde se supone me tengo que alejar."
"¿Estás intentando chantajearme para que te folle? Incluso tú debes admitir la cantidad de errores que…"
Jaejoong vuelve a tirar de él. Una risa escapa de su garganta cuando le ve con el ceño tan fruncido.
“Deja de hacer eso… es infantil.” el abogado le resondra.
"Muérdeme," es lo que el chiquillo le responde.
Changmin le empuja de él nuevamente. Los ojos negros le comen con la mirada. Changmin le niega con la cabeza en reprobación. Se lleva la mano a la frente para arreglarse el pelo.
Jaejoong se sube la bata hasta su ombligo y se da un fuerte apretón en su miembro.
Sus ojos negros le enfrentan como retándole.
Insolente, Changmin quiere decirle pero solo le niega con la mirada. Si le hace ver que no le afecta va a rendirse.
Así que retrocede un paso de él e intenta darse la vuelta y salir del lugar para llamar a la enfermera como planeaba 5 segundos atrás, pero de pronto ese pulgar ajeno presiona justo la punta de su miembro y Kim Jaejoong suelta un jadeo.
“Oh dios…” el chiquillo abre aún más las piernas.
“Detente,” le susurra el abogado incapaz de no escandalizarse y es que eso ha debido escucharse allá afuera.
Pero el chiquillo le ignora. Cubriendo con su mano derecha cubre casi todo su miembro de forma tal que le dice a Changmin que aquello ya dejó de ser un show para él. Niñato de pésimos modales y ningún límite. El abogado camina de vuelta a la puerta y de pie ahí con una mano en la chapa nota algo que le hace apretar los dientes ¿cómo puede dejar que aquel chiquillo le manipule así? Va a malcrialrle a este paso y eso es algo que no se puede permitir.
Jesús, tiene una semierección entre sus piernas. No puede salir así allá afuera.
“Puta madre,” le maldice una y mil veces en su mente. Su mano no tiene de otra más que trancar la puerta. El castaño se queda de piedra ahí, esperando que alguien venga a tocarle la puerta.
Pero nadie viene y Jaejoong continúa haciendo estos ruidos necesitados desde el fondo de su garganta y la polla de Shim está solo cada vez más grande contra la tela de sus interiores. Hinchada a tope de las ganas de volver a visitar su escondite favorito entre los glúteos de una persona que tiene a nada más y nada menos que a tres pequeños pasos.
Sus pies le voltean despacio. Jaejoong le está mirando. El hijo de puta le está mirando y la sonrisa de satisfacción en sus labios es del tamaño de Júpiter. El muy pajero tira las sábanas a un lado incluso.
"Ni una más," Changmin le gruñe.
“Hecho,” Jaejoong le dice.
Changmin mentiría si dijera que sus tres pasos no son más bien dos zancadas.
Al menos se preocupa en sacarle la aguja al menor del brazo y no dejársela dentro de la vena y rompérsela como lindo recuerdo de la vez que se lo folló en emergencias. Porque esa es definitivamente una de las historias que no le vas contando a tus nietos.
Sus manos recorren todo en cuestión de segundos y toda esa ridícula tensión sexual al fin atendida se nota casi tanto como las erecciones entre sus cuerpos. No se besan más bien se comen los labios, sus dientes chocan, sus lenguas no saben a dónde dirigirse, se enredan con todo cuanto puedan.
Jaejoong le abraza con los muslos la cintura y ambos chocan. Encajan. Cual piezas de un rompecabezas que sigue sin tener mucho sentido dado las otras piezas que aún restan pero que poco a poco se van acoplando para crear una imagen bella. Los ojos se detienen un segundo en los otros y corazones laten verdaderamente fuerte.
Porque esta será oficialmente la última vez y la excitación raya un nivel extremo. Changmin no se atreve a pensar en nada cuando está bajándose la cremallera y los pantalones. Cuando está tocando a ese chiquillo. Suaves en las carnes, ásperos en los vellos.
Los movimientos parecen ralentizarse, en cada curva, lunar o erupción cualquiera sobre las enormes masas de piel albina. Es un examen casi médico, exhaustivo, experimental. Un sondeo de puntos erógenos para anotarlos en la libreta de vida porque este polvo promete cosas poderosas.
Labios, lenguas y puntas de los dedos concentradas en el partido.
Recorriéndolo todo en su camino al sur. Al puntillo caliente que necesita de mayor atención. Escondido entre muslos cremosos y delgados.
“Voy a tener que improvisar un poco aquí,” la voz de Shim es profunda y sinvergüenza en las puertas de un lugar en el que jamás ha estado por nadie hasta ahora, más que para la despedida de esta muy loca y arriesgada aventura con este chiquillo.
Su lengua le toca, se hunde esparciendo la saliva que necesitan a falta de un lubricante que no puede solo levantarse y pedirle a la enfermera. Sin esperar que por lo menos le pregunte “disculpe pero ¿cómo para qué?”
“Oh sí, para follarme a su paciente de la cama 23, muchas gracias.”
Shim usa las enormes palmas de sus manos para separarle las pequeñas nalgas y abrirse más espacio. Tomándole el miembro para repartir el interés en más de un área de su cuerpo.
No importa si es así, le han hecho exámenes de sangre y no han hallado nada. Changmin puede permitirse esto.
Jaejoong siente demasiadas cosas a la vez. Desde cosquillas en la punta de los dedos del pie hasta el calor en su bajo vientre, en la punta de su miembro escurriendo liquido preseminal por la inesperada atención.
“Changmin yo creo que ya…” le suelta el pelinegro entre balbuceos que no suenan casi a él, por cómo se enredan en su boca.
Shim asiente subiendo de a pocos deteniéndose por sus testículos, su miembro, su escultural ombligo y por supuesto los pezones de ensueño del muchacho. No va a preguntarle si está listo dado que Kim está prácticamente tanteando la camilla en busca de su miembro para penetrarse así mismo. Pero espera hasta estar frente a frente de nuevo.
Hasta que esos ojos negros le están mirando de nuevo. Aunque honestamente quizás no deban, no mientras sus cuerpos se unen. Besarse así, mirarse tan así, mientras el placer les lleva por caminos empinados, lejos contra la brisa del viento. Quizás no deban jadearse al oído, intentar decirse, "no pares."
Quizás no. Pero pasa de todos modos. Y la penetración es tan frenética que si no se rompen la camilla es porque debe ser nueva. Manchan irremediablemente de semen las sábanas. A cantidades algo difíciles de esconder. Incluso tendiéndola del otro lado.
De modo que escapan de allí antes de que alguna enfermera regrese. Y tratan de no reírse mucho en el camino de vuelta pero pequeñas y traicioneras sonrisas no pueden evitarse. Changmin pone la radio de vuelta a su vecindario como no lo ha hecho en bastante tiempo.
Y ninguno de ambos habla mucho acerca de cómo eso ha sido el sexo más nada desagradable que han tenido hasta la fecha.
Cuando Jaejoong se baja del auto no se despide de él solo camina de regreso a su casa. Y Changmin escribe un "todo bien" al celular de Junsu antes de irse a la cama.
Capítulo 10 >>