MOSH (Capítulo 10)


TítuloSobre ruedas
AutorIzoJung / Kimmy_lin
Pareja: JaeMin
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida(?) / T
Estado: En proceso (7/?)
Resumen: Todas las razones por las que Shim Changmin no debería dejar a su vecino entrar en su casa, son las mismas por las cuales termina abriéndole la puerta.



Nunca acuerdan cuál es finalmente el título entre ambos así que Changmin está lejos de estar sorprendido de no verle. Él tan solo bebe de su taza de café caliente normalmente por las mañanas e intenta no tomar cuenta de los días que pasan sin saber del muchacho. No es un dato al que deba tomarle importancia, a fin de cuentas. Si es que el mañana no llegó, realmente no lo resiente. Es más si el niño ha decidido que es mejor no tenerle en su vida. Jesús. Changmin no podría darle menos que la razón.

Jaejoong o no Jaejoong, sin embargo tiene un trabajo al que asistir cada mañana, un traje en el cual deslizar su cuerpo y zapatos de cuero reluciente con los cuales desfilar por el juzgado.

Aunque debe admitir que el hecho curioso de que nada en su vida haya cambiado, le jode un poquito.

Alterar una rutina hecha y derecha es siempre peligroso. Es la razón por la que Changmin nunca ha sido gran fan de los cambios. Y supone que tendrá que pasar un pequeño tiempo para poder volver a si mismo. De todas formas siempre tiene una perfecta mano derecha para cuando orgasmos le hagan falta ¿no? Sí, se ha masturbado en su nombre y lo ha hecho porque lo quiera o no Kim es el recuerdo más reciente... y uno de los más calientes ¿por qué va a intentar mentirse?

Quizás y como le dice Yoochun sea hora de conseguirse alguna pareja. Changmin, con honestidad, lo está meditando.

El periódico del primer jueves no es muy diferente al del segundo, Changmin lee ambos en el exacto mismo lugar, sobre el sillón de su sala, con las pijamas de seda negra y pantuflas del mismo color, cigarrillo en la mano izquierda, ceño semi fruncido y labios algo resecos.

No sabe ni cuando ha empezado a fumar de nuevo…quizás hace tan solo unos momentos, cuando leía de la caída de tres milésimas del dólar e imaginaba toda la crítica política-económica y social en la cual tendría que embargarse con sus colegas al día siguiente y todo de pronto se hizo tan insoportable que sus dedos buscaron el encendedor en sus bolsillos.

Siempre lleva uno consigo por si debe ofrecérselo a alguno de sus clientes. Se siente extraño usarlo en sí mismo. Pero rompe el tabú sin mayor ceremonia a la del par de segundos que le toma encender el cigarro y llevárselo a los labios. La pierna empieza a movérsele luego y la ansiedad es tan evidente hasta para sí mismo que una maldición irremediablemente escapa de sus labios.

No hay un quién en específico pero el abogado sabe mejor que su propia taciturnidad. No que esté dispuesto a admitírselo ni siquiera a susurros...

Su hogar es callado el segundo jueves o quizás se siente así porque ha llegado un poco más temprano a casa. De cualquier modo Shim se encuentra a si mismo preguntándose si quizás deba llamar a Yoochun y ocuparse un rato y es que le resulta inusual que ese hombre no se haya comunicado con él en más de tres días pero le parece demasiado trabajo cuando vuelve a echar una mirada por la ventana a la claramente deshabitada casa de su vecino cruzando la calle.

¿Estará bien, ahí, o donde sea que esté? Es algo que no se pregunta en voz alta pero su ceño es evidencia suficiente, el tercer cigarrillo de la noche es solo la manzana de Einstein.

El tercer jueves le agarra sobre el mismo sillón, con las mismas pantuflas y una barba de dos días que quizás haga que se pregunten: ¿está yendo por un cambio de look? Pues honestamente su reflejo en el espejo no está tan seguro. Así que termina afeitándosela antes de presentarla a la sociedad y brindar en bandeja el cuchicheo de la semana a sus secretarias.

Su vida no ha cambiado en absoluto ¡sí! pero ¿por qué mierda eso continúa fastidiándole así de tanto? Han pasado más de dos semanas ya.

¿Que volver a su rutina no era lo que había ansiado tanto? Se pregunta el viernes que le sucede, está sobre la silla de su oficina, con un bolígrafo entre sus dedos con el que ha venido firmando los otros tantos papeles que ha jerarquizado a su lado izquierdo.

Son casi las tres de la tarde y Shim no puede ni recitar la mitad de las cosas que ha venido haciendo en las últimas 5 horas de su vida. El café que le ha traído su secretaria hace unos minutos sabe a mierda. Pero se lo termina de todos modos…necesita algún tipo de estímulo para no derrumbarse de estrés sobre el escritorio.

De pronto la monotonía de su vida le aplasta las costillas y aprisiona sus pulmones de modo tal que le impide respirar. Changmin ama su trabajo. Lo ama. Se quemó las pestañas para esto y no se arrepiente. Pero Jaejoong ha sido el detonante de cosas que aparentemente ha ido metiendo en una caja a cada oportunidad que encaró a la vida. Jaejoong ha despertado una parte de él que tiene mucha sed de cosas que creía no necesitaba o mucho menos hacerle algún tipo de falta, y eso hace que le bulla la sangre que circula por su torrente sanguíneo.


- Con un poco de suerte el chico tan solo murió. 


El abogado se dice. Rindiéndose con sus papeles y desparramándose sobre su silla de modo que su cara enfrenta el techo y sus ojos se pierden en el ventilador que cuelga de él.


- Quizás tan solo debas dejar el tema tranquilo. 


Le dice su cerebro como respuesta y tiene mucha razón, Changmin decide. Permaneciendo en la misma posición, observando en silencio el ventilador y sintiendo sus brazos adormecerse de a pocos dado que los ha tirado hacia atrás junto a su cuerpo y se suspenden contra la gravedad a ambos lados de su cabeza.


- Quizás solo necesitas un maldito polvo. – su pene interviene, y ¿la verdad? eso tiene mucho sentido también.


Sus ojos se desvían a la secretaria en el pequeño cubículo fuera de su oficina. Demasiado sencillo, cliché incluso. Se dice. Además tendría que despedirla si las cosas se iban de manos y honestamente lo último que quiere es darles pruebas del estereotipo que todo el resto de empleados han creado de su persona.

Podría levantarse a alguien en algún bar, es su segunda idea, pero se siente demasiado cansado de solo pensarlo, coquetear nunca ha sido lo suyo. Su juego es patético y reconoce que lo único que le ha llevado anotar ha sido su cara bonita y su talla. Quizás el rolex en su muñeca derecha también.


“Demonios ¿qué es lo que tiene que hacer un hombre hoy en día para tan solo coger?” le pregunta al aire tan honestamente curioso como cansado.

“Únete al club,” una voz le sugiere entonces desde la puerta.


Changmin rebota sobre su silla con poca galantería pero su cuerpo se relaja cuando observa a Junsu en el umbral.


“¿Quién te dejo entrar?” le pregunta aun cuando sabe que no tendrá respuesta, solo aprovecha el tiempo para acomodarse en su silla y volver a lucir como un hombre de 31 años.

“Tengo mis medios.”


Ambos ojos chocolate se cruzan. Changmin asfixia su "bitchiness" mientras toma otro sorbo de ese café horroroso.


“¿Y bien?” Junsu le insiste rodando los ojos, exasperado, si espera por el otro va a perder toda la tarde posiblemente.

“¿Bien qué?” Changmin le responde y puede que Kim solo oiga sarcasmo, pero si Yoochun estuviera aquí sabría mucho más.

“¿Es que estás en abstinencia? ¿O porqué andas tan cachondo?” Junsu le pregunta y sus ojos lucen complacidos con él mismo por la reacción que logra sacar en el castaño cuando este endurece sus facciones.

“Se llama vida personal por algo,” le responde el otro.


Junsu le observa.


“Pues me interesa cuando tiene que ver con Jaejoong."


Changmin frunce el ceño sin entender. ¿Es que Junsu no sabe nada de él tampoco? ¿A dónde exactamente se ha largado ese niñato?

Yunho se le viene a la mente ¿Habría el puñetero sido capaz de buscarle? ¿Después de todo?


"Pues no tienes entonces que preocuparte porque no se de él en semanas," le responde.

"¿A si?" Junsu canturrea en juego como si no le creyera.

"Junsu. Es en serio no le he vuelto a ver desde esa noche."


Junsu finalmente parece escucharle y arruga el ceño mientras desenreda sus brazos previamente cruzados sobre su pecho y se inclina hacia adelante considerando lo que escucha.


"Ok,” le responde, sus ojos se mueven por el lugar pero no lucen preocupados, "supongo que de ser el caso...estoy muy fuera de lugar aquí."


Changmin encoge los hombros. Entendiendo que si el rubio no ha salido pitando de ahí es porque debe saber dónde se encuentra el chiquillo y debe aprobarlo para estar aquí tan tranquilo. Así que Jaejoong parece estar bien entonces. Y ha tomado su decisión con respecto a él. La correcta.


"Sí, supongo que debí avisarte antes de que empezaras a…pero sueles hablar mucho ¿sabes?" el abogado va por una risa ligera.


Kim le dirige una mirada fulminante en su lugar pero termina sonriendo.

Vale, quizás todo esto pueda al fin traerle paz. Un final. No tener de que preocuparse. Estará bien ahora.

Junsu hace el ademán de pararse y Changmin le hace una reverencia en respuesta. Kim le imita antes de doblar sobre sus tobillos y caminar hacia la salida pero cuando abre la puerta de la oficina se detiene un segundo.

Changmin le observa expectante.


"Jaejoong tiene un tatuaje nuevo" el hombre le dice.


Changmin no sabe qué cara poner ¿Con qué propósito le está diciendo eso?


"Él parece haber terminado con su locura y yo quería darte las gracias por ello," le dice y continuación se inclina en reverencia por tiempo suficiente para hacer que el castaño se sienta verdaderamente incómodo.


Supone que el chiquillo no le ha contado todo lo que pasó en esa sala de emergencias. Será mejor solo acepte esto y lo olvide luego por completo. Todo ello.


"Que tengas una buena vida Shim Changmin," le dice finalmente aquel rubio, palmeando un par de veces la pared de la puerta de su oficina por dentro antes de desaparecer por ella.


Changmin vuelve sus ojos a los papeles sobre su escritorio y suspira.

La palabra tatuaje golpea cada rincón de su cerebro. Flota y flota por allí iniciándole una terrible jaqueca.

Se termina una caja de cigarrillos entera esa noche pero nadie está ahí para hablarle de salud o juzgarle. Se va a un bar esa noche también y se levanta a un muchacho de chamarra y botas negras que no logra darle la paz que busca en absoluto.


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El sábado llega a él con una resaca terrible, una resaca que su cuerpo cuando joven podría haber manejado con mayor destreza, porque ahora es un saco de huesos roídos al que su despertador prácticamente le taladra los pabellones auriculares y le avisa que el día va a ser todo una mierda.

Sus ojos analizan con rapidez el cuarto de hotel y luego al muchacho desnudo a su lado. Y ok pues toca retirada.

Recoge sus ropas del suelo y trata de no hacer ningún ruido cuando se viste y sale de la habitación. Si el chico decide vaciarle la mini-refri por venganza después, pues tendrá que chupársela. Ha rentado la habitación con su tarjeta de todas formas, tan solo espera que no pregunte por él. Al menos se preocupó en darle un nombre falso la noche anterior y honestamente por todo lo que sabe “Chad” no debe llamarse “Chad” tampoco.

Está de vuelta en su casa para las 7 menos 5 y cruza su sala hacia la cocina por un poco de agua, probablemente tome una ducha, se cambie en sus pijamas y duerma hasta que los pies dejen de dolerle y la cabeza retumbarle.

Sus ojos reparan en su contestadora avisándole con la LED que tiene un mensaje de voz, y se dirige a él mientras va quitándose las prendas del cuerpo, presiona el botón y huye hacia la cocina para que la voz de su interlocutor no vaya a dejarle sordo.

Es Yoochun. Una llamada del día de ayer a la 8:25 p.m. Y le dice, “Yahh ¿Por qué no contestas tu celular? Como sea, no he oído de ti en semanas, sé que estás con el caso de la señora White y todo, pero ¿da señales de vida al menos? ¡Este niño! Vendrás a almorzar mañana con nosotros ¿escuchas? y con nosotros me refiero a mí, mi hermosa esposa y Jaejoong. Habrá pollo asado. Te estaremos esperando.”

El bip suena y Changmin ha derramado agua por toda la mesa.


“Joder.”


Cuando llega a su cama en su pijama se tira sobre ella y se queda observando el techo hasta que su alarma suena avisándole que es medio día y que probablemente ya deba levantarse, cambiarse e ir por algún vino para llevar a casa de Yoochun.

Piensa en excusarse, pero conociendo al malnacido de su amigo, de hacerlo probablemente traigan el almuerzo a su casa. Como le dijo una vez, “si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña”

Además no se sentía con ánimos de tener a un chiquillo pelinegro con su trasero en su sala, en sus muebles o en lo que sea que fuera suyo. Sería mejor que se metiera de una buena vez a la ducha.



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La cosa que Changmin no pensó muy bien, según se va dando cuenta conforme pone un pie en la casa de su mejor amigo y es bienvenido con un beso en la mejilla por Heebin; es que Yoochun le conoce demasiado. Y el corrector que se ha puesto en las ojeras, cubre a la inspección pero Yoochun no solo mira, él olfatea. Y lo que huele en el aire de Changmin aún por debajo de su colonia cara es sexo.

Changmin se siente avergonzado pero intenta disimularlo. Es un hombre grande y si se da una escapada una vez a las quinientas Yoochun de todas las personas no va a juzgarlo. Besa la mejilla de Heebin, de vuelta, como si la batalla de miradas entre él y su hyung no estuviera llevándose a cabo.

Ella le aprieta ambos brazos, “te hemos extrañado por aquí muchacho, este de aquí no ha parado de intentar llamarte toda la semana, he tenido que quitarle el teléfono, como nos dijiste que estas muy ocupado con el trabajo últimamente.”

Aquello es la pura verdad. Así que Changmin solo sonríe un poco y alza el vino que ha traído del supermercado, uno afrutado, el favorito de su noona.

Ella le sonríe, “eishh,” le pincha una mejilla. Yoochun sigue en la línea, sus ojos negros dicen muchas cosas, Changmin puede discernir entre cada una de ellas, en momentos como este odia conocerle tanto.

El hombre le palmea la espalda y su sonrisa es sincera pero hay cosas que definitivamente calla. Cosas que no va a preguntar ahora pero Changmin sabe hará cuando Heebin no esté en el mismo cuarto.

El que viene después es Jaejoong. Con un delantal blanco sobre su pecho que dice “besa al cocinero” el cual probablemente ha tomado prestado de Yoochun pero no es eso lo que llama inminentemente la atención de los ojos castaños. Sino el pelo. 

Jaejoong está rubio.

Y es extraño, ¿ya? Pero el primer impulso que viene a ese cabeza castaña es el de querer alzar la mano y pasear sus dedos por ese cabello, solo para probar si es tan suave como luce, hecho entero de algodón.

El abogado regresa a la realidad después de un par de segundos y nota que todos están mirándole, esperando por alguna reacción de su parte, así que Changmin hace lo que cualquier otro idiota haría en su lugar.


"Te teñiste," le dice.


Yoochun rueda los ojos e ingresa de vuelta a la cocina llevándose a su esposa mientras le habla de la ensalada que falta sazonar. Jaejoong no parece impresionado en absoluto con él. Asiente ante lo obvio de su afirmación y le ayuda con su abrigo.

Una sonrisilla danza en las esquinas de sus labios rosados, Changmin quisiera borrársela de un tirón con sus manos. Porque ese movimiento de hombros y pestañas de seguro parece mucho a coqueteo, que es algo que el abogado no cree están haciendo aquí. Aunque parezca por el paso que Jaejoong ha dado para invadir su espacio personal.


"Tenemos un trato ¿recuerdas?" el abogado le dice empujándole de la frente para hacerle retroceder.


Jaejoong asiente alzando las manos en pos de rendición.

Yoochun llama al muchacho desde la cocina, Changmin le hace un gesto de “adelante” con la mano. Los ojos negros le observan por un segundo antes de ir en dirección de la cocina. Changmin también camina dentro pero en dirección al comedor para dejar el vino. Pasa por la sala en su camino y puede notar ciertos cambios. Incluso han pintado de un nuevo color la sala. Lo cual solo puede significar una cosa. Yoowhan va a tener un nuevo hijo.

Se une a los Parks en la cocina una vez ha dejado el vino, para ofrecerse a servir la mesa. La noona le ayuda con la tarea.

Finalmente todos están sentados 15 minutos después, con un almuerzo servido en sus platos que según lo que Heebin ha dicho es 95% Jaejoong, el otro 5% Yoochun controlando la temperatura del horno. El pollo sabe a paraíso, querubines y arpas. Changmin honestamente no se lo esperaba.

Heebin parece bastante encantada con Jaejoong y aprovecha para agradecerle por toda la ayuda que le ha brindado las últimas semanas.

Es el turno de Yoochun entonces, “tengo una noticia que no quería soltarte antes porque sabía que quizás ibas a mandar a la mierda lo que estás haciendo y no quería hacerte sentir como si tuvieras que elegir o algo.”

Changmin no le entiende, así que le dice, “escúpelo ya, Park.”

Las otras tres personas intercambian miraditas. Changmin suspira exasperado.


“Voy a ser papá.”


Heebin se sonroja hasta las orejas cuando Changmin dirige instintivamente sus ojos hacia ella, específicamente hacia su vientre aún plano.


“¿Tú qué?” la mandíbula del abogado se desencaja, Shim pierde la habilidad de masticar el pollo que tiene en la boca por la sorpresa.

“Que estoy de 6 semanas Min,” Heebin le responde entrelazando sus dedos con el de su esposo y siendo solo tan frágil y mucho más hermosa de lo que jamás Changmin le ha visto.


Changmin cree que si Jaejoong no estuviera ahí, la enorme y sosa sonrisa de Park ya se le hubiera contagiado. Probablemente aún pese a ello lo hace. No puede saberlo, no tiene un espejo en el cual criticar su reflejo pero poco le importa en realidad cuando rebota de su asiento para exclamar, “felicitaciones”.


Yoochun se ríe bajito cuando Changmin le desordena los cabellos. Y luego los besa a su esposa y a él en la frente.


“No vayas a llorar, oye,” le resondra a su estúpido amigo cuando ve sus ojos ligeramente enrojecidos.


Changmin no suele ser de grandes gestos pero la situación lo amerita. Va a tener un sobrino ¿entienden? Woah.

Cuando Changmin vuelve a levantarse para regresar a su sitio, se encuentra con los ojos de Jaejoong, las sonrisas de ambos son modestas pero sinceras. Y Changmin deja de lado todo tipo de reparo para con el muchacho que tiene en frente, está de pronto en la luna de orgullo por esas dos personas que quiere como a nadie y se ocupa más bien en preguntar cada detalle de las últimas semanas.

No se siente ni remotamente enojado de ser el último en recibir tales noticias, Yoochun ha debido de estar sufriendo la gota gorda conociéndole. Y ese es castigo suficiente.


“Tenemos también otras noticias ¿no Jaejoong?” Yoochun interviene cuando están comiendo ya el postre.


“Oh claro, me teñí el cabello,” el chico responde con gelatina en su boca.


Heebin se ríe bobamente. Parece adorarle. Pero deben ser sus hormonas – Changmin se consuela pensando. No permitirá que nadie le quite su lugar como favorito de ella.


“He notado eso,” Shim rueda los ojos haciendo a la noona reír también, Jaejoong no parece tan complacido al respecto.

"Pues si quieres saber solo tienes que preguntar," Jaejoong le responde limpiándose la boca con una servilleta.


Changmin le ha ignorado en todo lo que va del almuerzo y puede que no lo muestre pero Jaejoong está irritado, al punto en que quiere follárselo ahí mismo para enseñarle una lección o dos.


“Pues ciertamente no debe ser tan solo un cambio de look,” Changmin le responde sin amilanarse, quizás ni sepa. Jaejoong se frustra y decide mejor tan solo beber de su copa de vino.


“Bueno algunos tatúan sus cuerpos, otros prueban con un nuevo corte de cabello ¿no?” es su respuesta al finalizar.


Pasa una eternidad hasta que Changmin finalmente entiende.


“Pediste ayuda,” le acusa entonces, su mirada encuentra la de Kim y por primera vez desde que le conoce, el chiquillo le rehúye la mirada.


Jaejoong a toda respuesta se lleva otra cucharada de gelatina a la boca y Changmin recibe el pie de Yoochun en su rodilla por deja de la mesa.


“De modo que como podrás ver este muchacho volvió en sus sentidos y está quedándose aquí por el momento,” Yoochun continúa, "¿no es eso genial?"


Jaejoong rueda los ojos ligeramente avergonzado, palmeando a su hyung en la muñeca para detenerlo.


"Lo es," Changmin responde.


Los ojos negros están sobre él de nuevo, Shim le patea amicalmente con el pie debajo de la mesa, sonriéndole honestamente para luego continuar terminándose el resto de su postre de gelatina.


"Sí aunque aún no hayamos llegado a un acuerdo con el trabajo pero está dejando el bar, y a todos los Yunho, así que no voy a presionar más por el momento," Yoochun continúa.


"Hyung, el chico necesita algo de independencia déjalo respirar, si te dice que puede trabajar, entonces puede."


Park refunfuña inconforme recibiendo el regaño.


Heebin luce sorprendida, "no sabía que ustedes dos se conocían."


Changmin se encoje de hombros, somos vecinos quiere decir pero, “somos amigos” es lo que termina diciendo. Porque está mal de la cabeza aparentemente. Jaejoong no hace el intento de corregirle. Así que supone está bien. Lo cual debería ser incluso peor en realidad. Pero decide no hacerse vainas y disfrutar de las buenas noticias y una tarde con parte de sus personas favoritas.

El postre continúa con Yoochun contando como Jae ha vuelto a la universidad y está estudiando duro y parejo para no perder el semestre.

Changmin solo oye. Hay cierto nosequé en la boca de su estómago cuando Yoochun vuelve a reiterar que el muchacho ha estado quedándose en su casa desde hace tres semanas.

Que no ha estado de cama en cama de extraños desde la última vez que ellos...mierda ¿qué demonios había sido eso?

El almuerzo termina y Jaejoong se encarga de los platos, Yoochun se soba la panza y Heebin y Changmin recogen todo el servicio para llevarlo de regreso a la cocina.

Todo está bien cuando Heebin está en medio, pero una vez la muchacha sale para apurar a su esposo dado que tiene una reunión con un cliente en un par de horas, todo se vuelve silencio. Del malo. El tipo de silencio incómodo, del que ambos son exasperantemente conscientes pero no son capaces de arreglar. 

Jaejoong le mira una vez pero Changmin se apura a coger el otro par de guantes antes de darle la oportunidad de hacer algo catastrófico como excusarse. Porque sería ciertamente ridículo e innecesario. 

Si Jaejoong quiso decirle algo, desiste entonces. Y ambos continúan en silencio por los siguientes 15 minutos.

Lavan incluso servicio ya limpio por la necesidad de llenar el espacio hasta que Heebin regresa a detenerlos/ invitarlos a la sala a ver un poco de tv mientras asea al mono que tiene como marido.

Lamentablemente sentarse en la sala es peor que lavar platos ya que sus manos ya no se encuentran haciendo nada y parecen indecentes en la posición en que se pongan. Entre sus piernas, a ambos lados de sus cuerpos, en sus muslos.

Changmin teme que sus ojos vayan a explotar por cuan fijos se encuentran sobre la pantalla.

Honestamente Changmin no puede estar más alegre cuando Yoochun finalmente baja, correctamente vestido y perfumado.


"Ella solía decir que era guapo sin necesidad de corbata," se queja el muy plasta con un puchero.

"Oh cariño, lo eres," responde Heebin abrazando a su esposo y volteando la cara a ambos para decirles con una mueca "no, no lo es."


Ambos van por una risa ligera y Changmin está a punto de anunciar que se larga pero Jaejoong se le adelanta.


"Estaba pensando en ir a por algo de ropa, si sigo lavando y lavando esta muda, voy a echarla a perder."


Shim quiere intervenir antes de que al animal de Yoochun se le ocurra servirle en bandeja.


Pero la rata es rata por algo y le gana de todos modos, “Changmin podría llevarte.”


Si no fuera por Heebin ahí mismo, probablemente estaría en el suelo ahorcando a su marido. Pero dicho marido no tiene puta idea de nada ¿no?


“Pero ¿estás seguro?” Yoochun le pregunta a Jaejoong.


Una luz de esperanza se prende en el alma del abogado.


“Solo iré por ropa, venga.”


Y rápidamente se apaga...

Se despiden todos en la puerta. Changmin promete llevar a Heebin a su próxima cita. Los tres primeros meses son los de mayor riesgo de aborto y quiere asegurarse que todo vaya por buen camino.

Jaejoong ocupa el asiento de copiloto, y cuando han cerrado las puertas es cuando Changmin se da cuenta de cuan mal idea ha sido todo esto.

Mete la llave en el encendedor y el motor gruñe, bien "primera" su cerebro le dice y sus manos hacen.


"Correcto, ahora cuarta, quinta, hombre mientras más rápido vayas, más rápido estarás en casa."


Kim parece acalorarse dentro del auto porque se quita la chamarra, su remera es criminal. Porque crimen es lo que va a cometer Changmin cuando atropelle a alguien sino deja de mirarle por el rabillo del ojo.

Dicen que la tensión sexual mueve montañas… ¿o era la fe? Como sea la tensión sexual es poderosa y hace que Shim esté aparcando en la acera de su vecino en imposibles 10 minutos.


"Vale," Changmin dice por no decir ya llegamos y sentirse monumentalmente estúpido.


Jaejoong le mira enojado como no lo ha estado en años.


“Pensé que te saltarías la última roja, ¿tienes que estar en otro sitio o algo?”


El muchacho se quita el cinturón con violencia y sus manos van a la manija. Abre la puerta y sale a la acera. Voltea hacia la casa, parpadea un par de veces y entonces vuelve a meterse en el auto.


“¿Estás…?” Changmin empieza.


“Dame un minuto,” el chico le gruñe con desprecio.


Changmin apaga el auto y Kim voltea a verle como si fuera una cucaracha.

¿Qué? Está a punto de preguntarle defensivamente cuando nota que Jaejoong luce como si genuinamente estuviera aterrado de bajar. Changmin está a punto de decirle que no tiene que hacerlo pero el menor habla antes que él.


"Maldita sea."


Sus manos forman puños.


"Está bien," Changmin le dice.


Kim no le cree y niega con la cabeza para responderle con amargura, "no, no lo está. Han pasado tres semanas yo-ya-debería al menos no sé."


Se lleva una mano a la cara, estirándose la piel toscamente.


"Para,” Shim le dice cogiéndole las manos.


Las manos vuelven a su regazo. El menor luce algo avergonzado, pega un respiro fuerte y asiente despacio.


“No importa si te tomas tu tiempo ¿sabes? lo que importa es el resultado."


Jaejoong no responde por enteros 5 minutos. Que son considerables dado que estos pasan mirando a los ojos del otro.


"Entonces ¿somos amigos?" Le pregunta con voz pequeña, intenta burlarse de él pero la interrogante termina sonando rota por las lágrimas que caen tercamente por sus mejillas.


Changmin suspira y se obliga a apartar la mirada, "tenía demasiada gelatina en el cerebro, Kim. Además te dije que la desición era tuya"


Jaejoong vuelve a sumirse en silencio y este es tan largo que finalmente Changmin le pregunta, "¿Quieres que te lleve de regreso?"


Kim niega con la cabeza.


"Tenía dos razones por las que quise venir." El chiquillo le dice secándose los ojos con las mangas de su camiseta.


"Es solo ropa Kim y puedo ir por ella si quieres."


Jaejoong se lleva una mano al cabello, exasperado.


"No te he dicho cuál es mi segunda razón."


Changmin espera por su respuesta, pero esta no llega, lo único que llega a él son un par de labios, que le besan primero muy suave y despacio, tanteándolos, recordándolos, con apenas un delicado tacto y luego son salvajes, necesitados. Robándole jadeos, de desconcierto, de la necesidad del oxígeno que no tomó dado que no fue avisado. La lengua de Kim se enreda con la suya al tiempo que su cuerpo cabalga sobre el suyo mismo y reclina el asiento de modo que Shim se encuentra atrapado bajo el peso ajeno.

La erección del menor presiona contra su vientre de pronto, para luego gruñirle al oído, "es criminal, tenerme así desde el almuerzo."


Si las manos de Shim iban a detenerle, después de semejante declaración desvían su rumbo para terminar sujetándole el trasero. Changmin siente la excitación construirse en su bajo vientre cada vez que Jaejoong desliza su erección contra su cuerpo, necesitado de fricción, de algún tipo de alivio.

La noche le ciega, pero Changmin puede dibujarle a la perfección. Apenas la luz de uno de los postes brinda un poco de visibilidad de ese cuerpo sobre el suyo.

Quizás deba detenerle es el último pensamiento noble que se permite antes de que Jaejoong le empiece a desabotonar los jeans y palmear su miembro por encima de sus calzoncillos.

Pues, a la mierda.


"Quítate la camiseta," Changmin se halla diciéndole.


Jaejoong le complace. Se la quita por encima de la cabeza con rapidez y la tira al asiento del copiloto. Los botones de sus pitillos son los siguientes. Solo dios sabe cómo es capaz de sacárselos con tan poco espacio.

Changmin puede verlos entonces.


Algunos tatúan sus cuerpos, otros prueban con un nuevo corte de cabello


El castaño recuerda sus palabras tempranas.


Pequeño bastardo.


Estos son nuevos – sus dedos le dicen en el silencio que cortan con sus respiraciones agitadas, recorriendo con las yemas la piel marcada con tinta en forma de cruz sobre su pecho.

Me gustan – sus labios intentan decirle cuando pasean sobre esas porciones de piel y le hacen temblar.


Changmin está tan excitado que cuando le penetra finalmente tiene que respirar con fuerza para no venirse ahí mismo. El placer que tener sexo le brinda no debería variar de esta forma con este niño. Jaejoong se acomoda sobre él y sus muslos calientes le aprisionan los suyos propios. La palanca de cambios probablemente vaya a dejarle una huella impregnada en su pierna izquierda que va a durar semanas.

Jaejoong empieza a moverse sobre él.


“Oh dios,” le susurra o se dice así mismo.


Su cabeza golpea el capot cuando le monta. Changmin es considerablemente grande y va a hacerle sacar piernas en esta posición.

Changmin se abandona finalmente a las sensaciones.

Sus manos se apoyan a ambos lado de Kim para ayudarle a subir y bajar. Y sus ojos se encuentran con fuerza en cada tumb que ocasiona su piel golpeando la suya.

Los gemidos vienen moderados.

Jaejoong está demasiado inmerso en prolongar su placer, han pasado semanas. Semanas enteras.

Changmin se dispara dentro de él no más de 10 minutos después. Jaejoong tampoco dura mucho. Estira de sobremanera el cuello de la camiseta de Shim y la mancha de semen.

Hay una razón por la que desnudez se requiere a la hora de hacer esto, Changmin se recuerda.

Pero sigue volado por su orgasmo. Por las calientes manos del rubio sobre su pecho mientras recupera el aliento y se tira el cerquillo sudado hacia atrás.

Sus dedos han dejado marcas en las caderas de Jaejoong. Las puede discernir al tacto cuando sus dedos recorren despacio la suave piel del muchacho. Jaejoong suelta un suspiro.

Su cuerpo cae despacio sobre el suyo, y sus bocas quedan cercanas, Jaejoong por alguna razón le pide permiso, Changmin une sus labios sin más.

Le besa despacio hasta que están pegados por las mejillas, sudando, y solo respirando.

Jaejoong finalmente se traspasa al asiento del copiloto y se pone los pitillos. Changmin reclina su asiento de vuelta a su sitio. Arreglándose los pantalones y la ropa interior. No quiere ni verse al espejo.

¿Qué estaban haciendo ahí siquiera? Él vive al frente. Oh sí, la ropa de Jaejoong, la ropa.


“Cada vez vas perdiendo la pena,” Jaejoong le dice entonces.


Changmin puede sentirse enrojecer.


“Cierra el pico,” le ordena. Cree saberlo todo ¿no es así? Pues le mandaría a volar…si estuviera en sus cinco sentidos.


“No que me queje,” el menor se apresura a asegurarle, deslizando su remera en su cuerpo y sonriéndole como lo haría un prostituto.


El – ahora – rubio huele sus axilas y arruga la cara, “correcto ahm necesito una ducha,” le avisa a nadie en particular.


Changmin tiene una ducha española en perfecto estado en el baño de su cuarto pero eso no es del interés de Kim Jaejoong. Y él no va a ofrecérsela tampoco. Ya ha roto suficientes leyes follándoselo en plena vía pública.

Merece ser arrestado por indecencia.


“Vale sácalo de una vez, Jae,” el muchacho se habla así mismo.


Changmin vuelve la mirada hacia él, levantando una ceja.


Jaejoong bufa, “nunca había esto hecho ¿sabes? … abstinencia.”


“¿De qué demonios estás hablando?” el abogado le pregunta arrugando la frente.


“Creo que estoy exagerando mi bienvenida en la casa de Yoochun.”


Shim se ríe.


“¡Ja! Créeme que al hombre nada le hace más feliz que te-”


“No entiendes, su esposa está embarazada y en su primer trimestre, que será por cierto el único en el que va a dejarse siquiera abrazar, Yoochun jamás me lo diría pero…esto…esta mierda de abstenerse es, es un infierno y no tengo corazón para condenarle a ello.”


“¿De qué demonios estás hablando?” Changmin vuelve a preguntarle, hay un dejo de alarma en su voz esta vez, cree que empieza a pillar por donde está yendo todo esto.


“¿Puedo quedarme en tu casa?”


NO, NO Y NO.


“Ahm…”

“No será por siempre tampoco, al minuto en el que pueda poner un pie de vuelta aquí, lo haré, y puedo ser bastante útil. Sé cocinar.”


Changmin quiere preguntarle si el almuerzo fue treta de él. Para demostrarle sus dotes culinarias y esto en el carro el último soborno. Pero no se atreve. No sabe qué respuesta quiera escuchar.


Que se quede en tu casa no significa que “vivan juntos.” Además será temporal.


Changmin tiene una parte de él que es ridículamente lógica, se pregunta a donde mierda se va cuando está a punto de tener sexo con muchacho 12 años menor que el mismo. Dios.

Como sea el también viene experimentando abstinencia…bueno venía al menos hasta el bar... El punto es que no va a condenar a Yoochun a eso tampoco, dios sabrá como un Park así sería. No, no piensa arriesgarse.


“¿Me prometes desayunos?” le pregunta entonces derrotado.

“Y cenas, y buenas noches, y quizás un poco de esto también,” el rubio le dice besando despacio su cuello, Changmin siente un escalofrío a lo largo de su espinazo y le empuja fuera de él, “o sin esto, lo que quieras, me mantendré fuera de tus asuntos, no es como si vaya a estar mucho tiempo en tu casa estoy bastante detrás con el proyecto y…”

“No lo sé.”

“Por favor, no tengo otro sitio al que...”

“Vale,” Changmin le corta con cansancio.


El rubio parece incrédulo.


“¿En serio?”

“Sí, lo que sea, pero no te olvides de todo lo que me estas ofreciendo, quiero kimchi casero para acompañar mi cena, esa será la primera prueba, si puedes con ella entonces eres bienvenido en mi cuarto de huéspedes.”


Jaejoong le sonríe.


Changmin no sabe si de gratitud o de la gracia que le causa que Changmin implique que va a pasar las noches en el cuarto de huéspedes.


CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Jesus maria y jose y me fue a la mi.... !!!!! Dios estos dos estuvieron a nada de dejar a santa claus con un regalo de mas por que casi muero !!!!!!!!! Ya no podre dormirrrrrrrr por que son hxnavsbdhagsgdjfhd me da ganas de darles un sape a los dos por que son tan bobos que no aceptan que se necesitan, se adoran y se aman con locura ♥ y ufff jamas oyeme bien kimmy jamasss los dejes en abstinencia prefiero que tengas sus ratos de pasion y por la chuca changmin aqui en mi pueblo y en todo el mundo que alguien se quede en tu casa por un tiempo siiii que es vivir juntos jajaja hayyy estare esperando esta nueva etapa aunque disqur temporal algo saldra de todo esto y ya me voy antes de que me apedreen por mi testamento. - se va viendo ponis de colores-

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  2. POR MIIIIIIII MISMISIMA PANTUFLA DE MI ABUELITA... estoy que no puedo xDD... -se chanca contra la pared- AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ... joder. cada capi que escribes mujer... CADA CAPI!!.. ya no te digo que este es el mejor capi que has escrito, que de alli el otro que sacas, me deja peor XDD.. aksjdhashkjd ... shit XD... Chun papá... el joto del ratón papá... xD... sí claro~ ewe JJ samaritano, no quiere que Chun pase abstinencia... ajá~.... tengo que ser mosca en esa habitación.. la principal, la de huespedes, LA QUE SEA!.... JJ y Junsu son mis putos idolos xDDD.... y joder... quiero un Changmin mongolo abogado de 31 años .. LO EXIJO!! ok ya .. me calmo xD... mana... lo que pasó en el auto de Changmin... lo jodidamente morboso que resulta! xD.... AHHHHHHHHHHH ESTUPIDO JJ!! LO AMO!! XDDDDDDDDD.... conti *-* xD

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  3. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    -Sigue intentando digerir pedazo de cap-
    Simplemente amo su tira y afloja que es su relacion. Y ahora tendremos rl siguiente cap asegurado ya que estaran en la misma casa. Repito: EN LA MISMA CASA. Si yo fuera Changmin me pido vacaciones. Gracias miles por actualizar <3

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  4. Holis n_n antes que nada creo que será mi primer comentario que hago en este hermosos fic u.u sorry es que siempre lo leía desde el cel.
    Este fic es de a PTM sakjñldfkjgshadhdkjflñkjshdjkdl pero comentaré sobre este capo en especial el 10, dices que el cap fue largooo pero leyendolo se me hizo corto, la escena del auto fue tan ashdkjlñfksjahgdjfkljsk no hay palabras para describir como Jae maneja a changmin y le tiende una trampa que bueno lo entiendo xD..... ahora van a vivir juntos, Changmin creó que sabes de antemano lo que significa xDDD ..... Esperaré con ansias el siguiente cap ..... Fighting!!!

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