Septoplastía

“Le practicaremos una septoplastía,” el doctor te dice cuando te revisa y nota que estás respirando por la boca y hasta hacer gestos duele como el carajo, y de pronto tus manos se tensan sobre tus muslos porque aquello se oye incluso más doloroso y lo primero que te dice tu cerebro es ¡sal corriendo, miijo! ¿Y quién podría culparte? suficiente dolor has tenido que soportar por toda tu vida ya, como para querer someterte a aquella septo-septo ¿qué?, “y de inmediato.”

Por supuesto que debe ser de inmediato, piensas irónicamente, después de todo Dios te ama demasiado. Lo ha venido probando desde que tienes uso de memoria. Sino…que pregunten por tu historial médico.

“¿Será anestesia local o general?” Jaejoong pregunta de lo más sereno a tu lado, con las piernas cruzadas, la postura impecable y el aura bisexual que hace que el doctor se sienta un poco incómodo pero finalmente es lo suficientemente profesional para no preguntar – disculpe el atrevimiento, pero ¿es usted joven o jovencita?

“La que usted desee,” el doctor le responde.

“¿Cuál va a costarme menos?” Jaejoong reformula su pregunta y el doctor lanza una mirada aún más incómoda en tu dirección.

Tú mismo le lanzas una mirada de incredulidad a Jaejoong, quien a su vez te alza la ceja en un claro mi puto dinero, mi puta decisión. Y en serio… ¿Qué más puedes pedir? Aunque le hayas jurado y rejurado que le devolverás todo el dinero que ha gastado en ti ¿Qué garantía le das? Ante sus ojos no eres más que un hipster con el que quiere lidiar lo más rápido posible para volver a su vida llena de comodidades y sin Shim’s a los que ir a recoger de la cárcel en la madrugada, y que muy posiblemente tienen suficiente criterio para no ir rompiéndose tabiques por la calle y contra un maldito poste. Por el amor de todo lo santo.

“La diferencia no es en realidad mucha, pero bueno la de anestesia local tiene un costo menor y es algo más rápida porque...”

“Anestesia local entonces,” Jaejoong resuelve sin dejarle terminar.

Y tú si pudieras ver tu rostro en un espejo justo ahora…te reirías. Ya de por sí, tu solo rostro hinchado debe ser un chiste.

“Bien bueno, ehm…necesito que llene este formulario, antes de proceder con…” Jaejoong mete su mano a su bolsillo trasero y saca de él una tarjeta negra, el doctor se queda callado, y tú, tú sientes tu cara arder de celos y vergüenza.

“Dado que solo le pondrá anestesia local, él podrá hablar verdad, no quiero perder un segundo más aquí así que…sería genial si solo empezara.”

Ok, no puedes pedir más consideración de su parte. En serio…digo…ha venido de madrugada a sacarte de la cárcel, lo mínimo que puedes hacer, en tu posición, es solo dejarlo dirigirse a ti como si fueras un puto conejillo de indias, ¿no?

“O-ok,” el doctor te dirige una mirada empática y se retira un momento del consultorio para coordinar con las enfermeras y pedirle a una de ellas que les traiga el formulario.

Las otras dos desaparecen y el doctor se acerca junto con la enfermera del formulario, quién parece reconocer a Jaejoong inmediatamente, ella es joven, unos veintitantos quizás y sus ojos crecen de forma descomunal cuando los de Jaejoong se posan sobre ella, respetuosos, en la espera de ese bendito formulario que ahora parece temblar en las manos de la muchacha.

A diferencia del doctor, en cambio, la enfermera deja libre un “¿es usted Jaejoong-shii?” con aquel tonito dos octavas más alta de lo natural para cualquier humano normal, y que perfora tus oídos de forma desagradable.

Una cuasi-sonrisa se forma en el rostro de aquel pelinegro, y de pronto la muchacha no parece respirar con propiedad, “e-es un honor, yo, soy una gran fan de sus libros,” la muchacha hace una reverencia muy aparatosa y tú de pronto te encuentras observando con la boca muy abierta a Jaejoong ¿el escritor? quien solo sonríe como…como… ¿está acaso intentado sobre estimular a la pobre muchacha? Porque lo está logrando.

“Hace unos días pasé por la nueva librería la nueva filial de Z que han abierto la semana pasada, coincidentemente queda cerca de mi departamento, la que está en la calle 32 y fue muy gran de mi sorpresa cuando vi que usted estaba ahí, no sabía que había sido invitado para la inauguración, aunque no pude saludarlo por toda la gente en el lugar, fui capaz  de comprar una copia de su último libro,  me lo leí en tres horas de corrido y…”

“Dana-shii…” el doctor habla detrás de ella, sosteniéndola de los hombros para a ver si así la devolvía a la realidad y más importante, lograba hacerla callar, “creo que el señor Kim, solo quiere el formulario.”

“Lo siento,” se disculpa ella, roja hasta la médula y tú quieres reír, porque tu hermana menor es exactamente igual de torpe, cuasi-adorable y espesa.

“No hay problema,” la voz de Jaejoong es suave, gruesa pero suave, suena ¿profesional? Casi como un locutor de radio, “gracias por adquirir y leer mis libros, Dana,” suelta una risita cordial y sus mejillas se acaloran un poco.

Y a tu mandíbula le falta poco para golpear el piso. Jaejoong mete la mano en su bolsillo trasero para volver a sacar su billetera, pero de ella saca su tarjeta de presentación, “La próxima vez asegúrate de enseñarle esto a los de seguridad, y te autografiaré el libro que desees.”

El doctor luce algo contrariado por el total contraste en su comportamiento, pero solo insta a la muchacha dándole una palmadita en la espalda cuando al fin puede despagarse de él.

Y “Dana” le entrega el formulario y Jaejoong vuelve a sonreírle, y entonces todo se vuelve silencio de nuevo, porque el doctor sale a coordinar la instrumentación que necesitará y demás. Y Jaejoong entonces te hace la primera pregunta para ahorrar tiempo.


“¿Nombre?”

Porque ¿qué motivo tendría él para recordar tu nombre, no es cierto? Pero de todas formas tú volteas a verle con la boca abierta porque ¿es en serio? ¿ES EN SERIO? Y al parecer se nota en tu cara porque él te pregunta “¿Qué, no estoy seguro si es Changeol o…?”

“Changmin,” prácticamente chillas.

Y él sonríe de lado y quizás solo quizás eso lo hizo a propósito.

“Ajá, ¿apellido?” inquiere.

“Shim,” le dices, “y tengo 23, y mi documento de identidad es 78751584 y no tengo alergias, ni alguna cirugía previa, y mi teléfono celular es 82-2-526-6673 y trabajo para el grupo Takeda, soy un diseñador gráfico y la última vez que pesé y medí estaba en...” hablas y hablas y él rellena con rapidez las casillas en blanco.

El doctor vuelve cuando Jaejoong ha terminado de rellenar el formulario y la enfermera que lo acompaña lo recibe. No es Dana, seguramente la han dejado fuera para evitar contratiempos o problemas con la asepsia del lugar debido a la salivación innecesaria.  El doctor le da una rápida ojeada mientras se pone los guantes.

“Muy bien señor Shim, para que esté más cómodo puede desvestirse y ponerse la bata,” te dice dado que los harapos que llevas encima van hechos mugre y atentan con la sepsis del lugar. Tú solo asientes y te vas detrás del biombo.

En los otros 10 minutos siguientes, te colocan sobre la camilla y ves la aguja enorme a la que el doctor le pone la sustancia que debe ser la anestesia. Jaejoong se ha ido por un café, y porque obviamente no quiere ver, le han explicado más o menos de qué va la cosa, porque es tu acompañante, y sólo ha fruncido el ceño, y podrías jurar le has escuchado decir auch.

Todo el cuerpo te tiembla cuando la enfermera te toca la mano para colocarte el oxímetro en el dedo. Escuchas el ruido de los metales del instrumental estéril. Y maldices por lo bajo la última película sádica que viste hace unos días.

“Bien, señor Shim, la aguja puede ocasionar un poco de dolor pero luego ya no sentirá nada,” el doctor le dice.

Jaejoong entra entonces, “olvidé mi casaca está haciendo algo de frío,” se excusa.

Y tú te sientes algo mareado de pronto. Los dedos se te congelan del todo y sientes como si estuvieras a punto de desmallarte. El rostro te duele demasiado. Y quieres llorar incluso. El doctor se da cuenta de que te has puesto pálido y te toca el hombro.

“¿Señor Shim, se encuentra bien?”

Tú solo le miras, la luz que han puesto frente a tu cara te marea aún más.

“Sí, sí, estoy algo…mareado.”

“Vale, ok, solo relájese, enfermera, creo que sería mejor si le diéramos un tranquilizante.”

Jaejoong se termina de colocar la casaca pero sabes está un tantito preocupado porque no se ha ido aún. La enfermera te trae la pastilla con el agua. Y te incorporas para tomarla. Jaejoong te observa, y sus labios se fruncen. Tú, te tragas la pastilla. Y tratas de calmarte. Estás en un hospital. En las manos de un profesional. Deja de ser una niñita.

La enfermera te ayuda a recostarte nuevamente y ponen la enorme luz frente a tu cara. Jaejoong entonces habla, “¿puedo ayudar en algo?”

Tanto enfermera como doctor voltean a verle. Quizás preguntándose en que podría. Porque tú no lo entiendes, pero el doctor le dice, “puedes sujetar su mano, eso puede ayudar a tranquilizarlo.”

Y tú no piensas tiene sentido, hasta que Jaejoong está sujetándote la mano derecha y sus 36.5C se irradian por todo tu cuerpo con rapidez, y no sabes qué tipo de magia es pero de pronto toda la homeostasis te vuelve, y aunque sientes la aguja ingresar en la carne de tus fosas nasales, como atravesándote el alma completamente, no importa porque él te aprieta con un poco más de fuerza los dedos y eso basta para alejar la estúpida ansiedad de tu cerebro.

La anestesia surge efecto rápidamente, lo sabe porque el doctor presiona sus dedos en las aletas de su nariz,  y sabes que te toca, porque lo oyes, pero no sientes el dolor enorme que te ha venido consumiendo las últimas horas.

“¿Siente algo Señor Shim?” te pregunta de todas formas.

“No,” respondes, pero aun así Jae no te suelta.

“Bien, entonces. Volvamos ese tabique a su sitio.”




CONVERSATION

11 comentarios:

  1. Habia olvidado que estaba esperando la continuacion de este fic, es que por Dios que esta buenisimo. Jaejoong tan preocupado de su dinero, digo, de Changmin XD. Jaejoong debera sacar un libro sobre su anecdota de una noche de verano, se venderia mucho, para desgracia de Changmin.

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    1. AJAJAJAJAJÁ YO HARÍA COLA PARA LA FIRMA DE AUTÓGRAFOS *---*

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  2. Auchhhhhh !!!!! Eso hasta ami me dolio D: y omo omo jae fue mi loca mente o coqueteaba con el doctor ? O entendi mal ? Auu que lindo jae aunque ponga cara de fastidio estaba preocupado por changmin gracias por actualizar kimmy nos leemos en la proxima !!!!

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  3. Waaaaaaa estaba esperando mucho esta actualizacion...me alegra q lo siguieras!! Es raro ver un changmin torpe hahha pero me encanta....
    Gracias x seguirlo..espero la proxima :D

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  4. Dioos como pude olvidar este fic?? si ame como Changmin se golpeo contra el poste jajaja pobrecito y Jae... bueno el esta cobrandoselas contra él, gracias por la historia, esperare con ancias el siguiente capítulo n.n

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    1. Este es uno de los que más me gusta >< Gracias por leer <33

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  5. FINALMENTE KIMMY LIN FINALMENTE AH AH?!
    He estado esperando la actualización de este fic y muchas gracias.
    Debo decir que AUCH.
    Oh, yo estaba como septoplastia?
    Soy una niñita, esta temblequeando mientras lo leía algkslgkdsg
    En serio, literal. AUCH.
    Bueno, fuera de eso. Te amo Kim Jaejoong ahaha <3
    Es tan cool, y me encanta como es así tipo escritor genial y Changmin, pobre Changmin me encanta que sufras xD

    Ya sabes, lo usual. Mi almohada antiruiditos fue requerida.
    Escritura perfecta aka Kimmy.


    <3
    Actualiza pronto este pleasu.

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  6. Joongie YunJae : Ahh kimmy linnnnn...lo ame... Amo como escribes.... Me emociona tantoo..amm este tmb es un serial? Me parecio one shot... Jajapero kiero contii... Dime el nombre del serial porfisss

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