Flying without wings: Perks series

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Este es el último con la temática, está chiquitito. Pero con feeling? Espero te guste Yazz, y omedetou again ><

Deben pasar más de un par de semanas para que el tema sea dejado atrás y la mayor razón es que Seoyoung ha conocido a un nuevo chico y ha empezado a salir con él. Cosa que gracias al cielo le ha devuelto el balance al grupo. He actuado algo herido incluso para hacerla sentir bien. Aunque la verdad de las cosas es que sí estoy herido, solo que no por ella. Sino por ti. Por todos, porque me frustra que nadie parezca hacer mucho drama del hecho de que te he besado Jaejoong, que he besado a un hombre en sus narices. Y no me malentiendas, lo agradezco, agradezco la escasez de drama, pero si me pongo a pensarlo, la única conclusión a la que llego es que esto es porque no saben mis porqués. Y muy probablemente tú tampoco. Y por el más hijo de las putas, estoy mundialmente enojado por ello, he saltado al vacío por ti me he golpeado contra el fondo y roto mis huesos en el proceso para darme cuenta que hay otro vacío a mis pies ¿Es que solo eres eso Jaejoong, un vacío?

Lo sé. Sé que nunca he dicho nada. Sé que siempre he hecho de todo para que no te dieras cuenta pero ¡carajo! ¿Es que no puedes verlo en mi mirada? ¿No puedes, Jaejoong? ¿Es tan difícil saber que cada suspiro que se me escapa de los labios intentan formar tu nombre?

Necesito alejarme de ti. Necesito respirar un aire que no sea el tuyo. Pensar con la cabeza fría y entender que este rechazo indirecto, es nada más y nada menos una probadita de lo que será el verdadero, y que tan masoquista no puedo ser.

No quiero que seamos un Yoochun y Junsu. No quiero esa historia para mí. Mucho menos para ti. Somos más inteligentes que eso. Pero por el amor de dios, te juro que actuar como el amigo de antes me hace sentir absurdo, porque ya he probado tus labios, Jaejoong. Dime ¿quién en su sano juicio tras probar el sabor más delicioso de helado del mundo se pide uno de fresa?

Sí, alguien muy tonto. Y yo felicitándote por tu nueva conquista, es tonto. Yo yéndome con una chica cualquiera al baile es tonto. Porque es tu cintura el que mis manos deben encerrar, son tus pestañas sin maquillaje las que mis mejillas quieren sentir cuando parpadeas. De modo que me acerco a ti cuando por esas razones del destino, ambas de nuestras parejas han ido por ponche.

Te pregunto si te estás divirtiendo. Porque yo no. Por dios que no. Y me niegas con la cabeza entonces y la bola de espejos matiza tu lindo rostro de diferentes colores, tus ojos negros.

Y te sostengo de la muñeca, llevado por una fuerza que me supera aún sin necesidad de alcohol. Y salimos fuera. Nadie nos nota. Estoy cogiendo tu mano. Cada uno está lo suficientemente preocupado en hacer lo posible para llevarse a un hotel a su pareja de baile. Y estamos de pronto fuera, y me estás viendo. Me estás preguntado con la mirada ¿y ahora qué? Y esas es un pregunta con un sinfín de respuestas que vienen acompañadas por la ansiedad y el nosequé en mi estómago que quiere gritarte te amo, te amo, mierda, te amo demasiado.

Pero mi cuerpo está como congelado, y tus ojos dejan de brillar, tu mirada se vuelve al piso y tus labios sonríen. Y siento como si una bala hubiera impactado directo en mi pecho, porque esa sonrisa es de las que les das al resto, de las que sirven para cegar a la gente que no ve más que tu cara bonita pero no a mí, Kim Jaejoong. No a mí. Me importa poco si no soy más que solo tu amigo, voy a darme este derecho. Porque puedo soportarte todo menos esa estúpida sonrisa.

“¿Qué quieres de mí?” te grito de pronto

Y ya no sé cómo mierda, estoy golpeándote contra la pared. Como estoy llorando. Si te he estado cogiendo las manos por primera vez tan solo segundos atrás. La realidad es estúpida, no sigue una lógica, y tú diciéndome “que hagas algo, que me demuestres lo que sientes, no quiero ser solo el crush de alguien quiero sentirlo, quiero sentirlo también,” tampoco lo tiene.

Y es que… por el amor de todo lo santo, soy yo o ¿me estás pidiendo un beso? Oh Jaejoong ¿Qué me estás haciendo? Deja de mirarme de ese modo ¿Qué es lo que tú no entiendes? ¿Piensas que esto es un juego? El bombeo se me sube al infinito. Jesucristo. Que alguien me detenga antes de que te de ese beso. Por favor.

Veo a Yoochun acercándose al fondo, ha salido a buscarnos al no encontrarnos seguro. Y se queda de piedra cuando nos ve. No se acerca más, ni cuando me inclino más hacia a ti. Ni cuando le pido con mis lágrimas que corra y detenga esta locura. Él solo pega una media vuelta y entra en la fiesta y es demasiado tarde. Tu aroma ya corre por mis pabellones olfatorios. Y mis neuronas están intoxicadas de ti.

Te beso tan rápido y tan lento. Que siento como si ya no controlara mi cuerpo más. Como si fuera tan solo el medio, el avatar de algún otro acomodado en los sillones de su casa. Siento tanto que pareciera que no sintiera nada. Me sujetas la mandíbula con manos frías. Y me aplasto más contra ti. Y no sé qué será de nosotros cuando mis labios dejen los tuyos. No sé si sujetarás mi mano y seguiremos andando entre la oscuridad, no sé si solo volverás a la fiesta con los tuyos. No sé si es que hay un futuro para nosotros, solo sé que te amo. Y por fin entiendo que es lo único que importa. Amarte. Intentarlo.

Que es lo único que siempre has querido de las personas es que vivan. Y yo siendo el primero en saberlo he sido el último en aplicarlo y ahora que lo hago, se ha cerrado el hueco más grande aquí dentro. Y ya no importa lo que decidas más adelante, solo me importa el aquí y ahora. Y aquí y ahora, me besas. Aquí y ahora me besas. Y quizás mañana me lastimes. Quizás pasado vuelvas a besarme. Sea como sea eso vendrá después.

Por hoy Kim Jaejoong, besarte en el estacionamiento basta. No voy a luchar más. Voy a ser yo. Voy a demostrarme a ti como nunca a nadie. Y si es que al final no te gusta. Sabré al menos que lo intenté. Y podré voltear la página. Por hoy solo peguemos el salto a la piscina juntos. Y seré inocente y pensaré que podremos mantenernos a flote, haré que nos mantengamos a flote.

Así que si no eres tú, seré yo quien coja tu mano después de que nuestros labios dejen de sentirte, y serán mis pasos los que te arrastren conmigo hacia la oscuridad. Y lucharé por hacerte creer que así está bien. Lucharé por hacerte sentir esto que siento yo con mis manos en tus pequeñas caderas.

Así que prepárate para odiarme, pero sobre todo…

Para amarme como a nunca nadie.

Ahem es el récord en demorarse para poder escribir una secuela, pero más tarde que nunca. Sé que todas deben saber ya que esto está super inspirado en “The perks of being a wallflower” solo que me pidieron secuela y bueno, la terminaré, falta uno más. Dedicado a Yazz sunbae como el primerito ♥

Tu puño me cruza el rostro, y el dolor físico es nulo comparado con el que me acongoja las vísceras por dentro. Tus ojos negro exigen una explicación. Seoyoung ha salido corriendo llorando, Yo no la he detenido. Yo solo te he mirado. Te he mirado y he esperado inocentemente que por favor me besaras de nuevo. Pero tus labios no han llegado a mí. Ellos solo se han abierto para preguntarme “¿cuál es tu problema?” Y luego tus pies te han levantado para ir tras ella y dejarme acá. Entre este círculo de gente que no tiene idea de cómo juzgarme.

La borrachera se nos ha pasado a todos al parecer y Yoochun de pronto está sacándome del lugar, pálido como el papel. Con ojos desorientados y maldiciones entres sus dientes blancos. Y sé, solo lo sé. Que acabo de joderlo todo. Quizás él me golpee también. Después de todo Seoyoung es su amiga también. Y yo no soy ahora nada más que un hijo de puta.

Y dios mío, por favor solo permíteme despertar del mal sueño. Déjame, solo rebobinar la cinta. Volver a ese círculo para besarla a ella y no a Jaejoong. Permíteme abrazarle de nuevo que lo necesito. Lo necesito no puedes dejarme sin él. No.

Yoochun me abraza de pronto y mis lágrimas saben agrias en mi lengua.

“Te llevaré a casa,” me dice, y yo solo quiero entrar a disculparme con todos, decir que no sé…bromeaba, que, no significaba todo lo que para mí significaba, aunque fuera a romperme incluso más.

Pero Yoochun no me deja, él dice que es mejor dejarlo por hoy. Y quiero creerle. Quiero…pero. Lo sé. Puedo saberlo por el tinte de lástima sobre sus ojos negros…esto no tiene arreglo.

Amanezco solo en mi habitación y es por las puras mirar el celular. Solo hay un mensaje de Yoochun diciéndome que no trate de comunicarme con ella o contigo. Y quiero llamarle y preguntarle porque. Pero lo sé mejor que nadie. Así que lloro solo un poco más con la cara enterrada en mi almohada hasta que mi madre está tocándome la puerta porque se me hace tarde para la escuela.

La escuela, allá adonde ambos vamos. Allá donde ella también va. Allá donde no volverás a hablarme jamás. Armo mi morral, tiro la cartuchera dentro, y me lavo inútilmente la cara con excesivo jabón para intentar que las ojeras dejen de pronunciarse tanto.

Mamá me da un beso en la mejilla y me deja los huevos en el plato y la leche a un lado. Porque es un día más para ella, porque no sabe que para mí es el día uno del apocalipsis. Y solo quiero tirar mis brazos alrededor de ella y pedirle que me diga que todo va a arreglarse.

Pero no puedo. Así que me tomo la taza al tiro, la beso en la mejilla, y corro fuera de casa como alma que lleva el diablo. Aunque curiosamente alma sea precisamente algo que mi cuerpo ya no tiene.

Las primeras tres clases vuelan, en el primer receso no me topo con ninguno de ustedes e intento pensar que carpintería les ha tomado más tiempo del necesario. Así que me dirijo a los bancos de almuerzo y como el mío…por primera vez, físicamente solo.

Y el día uno llega a su fin y estoy caminando de vuelta a casa, oyendo mis propios pasos sobre el pavimento, recordando el primer día que te conocí en la entrada de la escuela. Piel pálida, mejillas rosas, ojos oscuros como la noche. Aquel día cuando me preguntaste ¿morenas o rubias? Y yo te respondí pelinegras. Por allá cuando con una sonrisa en los labios me dijiste “vamos a llevarnos bien.”

Dios ¿Tendrás idea de cuánto te odio, Kim Jaejoong?

El día dos, es casi tan aplastante como el tercero. Para el cuarto mis pulmones son incapaces de asimilar oxígeno. Para el quinto estoy en la cafetería solo, comiendo mi almuerzo intentando mantener mis hombros en su sitio y no contra la mesa mientras me convulsiono del dolor. Para el quinto estoy en la mitad de mi pastel d arroz cuando oigo el ruido de sillas, y es Yoochun. Yoochun siendo empujado por cinco grandotes con las chaquetas del equipo de futbol de la escuela. Es Yoochun quien cae al piso, y eres tú quien se mete a ayudarle. Y no sé cuál es la causa. No sé si Yoochun tendrá culpa, con lo bocazas que resulta ser siempre. No sé nada, solo sé que uno de ellos te cruza la cara. Y caes de espalda y nadie hace nada. Nadie se mete, todos solo observan. Se ríen.

Y yo estoy lejos. He estado lejos al menos, porque de algún modo me he teletransportado. De alguna forma estoy moliendo a puño limpio al hijo de puta que se ha atrevido a golpearte. Y siento dolor en la espalda porque los otros dos intentan sacarme de encima a patadas. Pero no me detengo, no hasta que mis puños gotean de sangre ajena.

Lo que sigue ocurre rápido. Llega un profesor y todos somos llevados a detención. Estoy pisando detención por primera vez en mi vida. Y ya no se me hace ni absurdo. Soy expulsado una semana aunque explico el porqué de mis acciones, porque soy el único que ha derramado sangre, pero les expulsan dos a ellos, y Yoochun se va habiendo firmado una carta compromiso. Lo sé porque el principal me lo ha dicho.

Lo sé porque eres tú el que me lo dice cuando me interceptas a la salida. Y solo…. Yo solo… Te lloro en el hombro y te pido disculpas. Te las ruego al oído. Y me niegas con la cabeza

“Te la has jugado por nosotros,” me dices, “por supuesto que estamos bien.”

Y entonces aspiro tu aroma y ya no sé, Jaejoong, si estos días han sido despecho o abstinencia porque te juraría Kim Jaejoong que el olor de tu cuerpo y tu cabello son una droga que no necesita de dosis muy concentradas solo de pequeños momentos como este.

N/A: Dedicado a Yazz. Esto es un semi tributo a the perks of being a wallflower habrán otros tres más, porque son esencialmente cuatro mis escenas favoritas de ese libro, y lo amo demasiado, espero te guste. Está algo raro pero ahí le voy xD. Con mucho mucho amor.

Los humanos somos unos seres extraños ¿se han puesto a pensarlo? Vale, quizás y el extraño aquí soy yo. Solo yo. Y bueno…tú.

Tú, sobre todas las benditas personas que conformamos en estos momentos este tonto círculo. Dios. Estoy mareado. Estoy muy mareado y no puedo dejar de mirarte, y ella está a mi lado. Y todo esto está tan mal en tantos, tantos niveles. Aunque yo este sonriendo. Incluso riéndome del chiste que Yoochun acaba de hacer.

Porque tú también te ríes. Tú también muestras tus dientes blancos. Y todo tu rostro es solo tan hermoso. Y yo. Yo quiero…lo que quiero…no puedo hacerlo. Así que me arrimo a ella y poso mi mentón en su hombro, intentando, oler su cabello y creer que eso es lo que hace que mi estómago se sienta ligero y no las pequeñas arrugas que se forman en tus ojos.

Porque no es correcto.

Tú eres un hombre.

Y yo soy uno también. Aunque sea uno muy estúpido. Y esté tan mareado que mi cerebro funcione a menos cinco por segundo. Y ¡dios! tengo a mí alrededor tantos testigos. Te tengo incluso a ti. A menos de medio metro, siendo ameno participe de nuestro pequeño círculo social. Porque sí, somos amigos, no sé si los mejores, pero sé que conozco de ti lo suficiente para poder ofrecerte una bebida cuando tus ojos evitan el mundo entero y saber que no vas a tirármela por la cara y mandarme a la mierda.

Conozco de ti suficiente para que te sientas en confianza de decirme aquellas pequeñas cosas que sueles callar.

Y aunque no lo sepas, tú de mí lo sabes todo. O bueno…casi.

Lo siento, estoy mareado. Sé que si quisiera pararme de este mueble seguramente termino en el piso. Mi centro de gravedad no está fijo ni ahorita en reposo.

¿Por qué seré tan idiota? ¿Por qué no entenderé que esto es algo a lo que no puedo exponerme? Que estas ganas de tocarle con mis manos a las justas alcanzo a inhibirlas con mis cinco sentidos bien puestos ¿en qué he estado pensando cuando acepté, el cuarto vaso? Oh sí, en que acabas de admitir que estás saliendo con esa chica de cuarto.

A todo esto, estamos jugando a verdad o castigo ¿creo que así se llama, no? Ese juego en el que todos hacemos una redondela y dependemos de una botella vacía para admitir cosas vergonzosas o cumplir castigos estúpidos, que por cierto es lo que vengo haciendo dado que no puedo, ni pienso soltar ninguna verdad esta noche, no cuando la única que intenta escaparse de mi boca es querer pedirte que sonrías solo para mí y no para ella, no ella ni ninguna otra.

Soy un mal borracho, pienso demasiado. Y pensar demasiado me hace daño. Me hiere porque todos ríen aquí. Todos son tan felices mientras se pasan más tragos y siguen jugando. Y seguimos jugando porque también estoy participando. Lo sé porque mi boca se mueve, mis manos…pero no estoy aquí en realidad, y tampoco estoy a tu lado, no te estoy comiendo los labios, ni cogiendo tus hombros con ambas de mis manos, no estoy llamándote Jaejoong muy despacio y tú definitivamente no estás llamándome Min entre suspiros, con tus manos enterradas en mi pelo.

Lo que tú estás…es recibiendo el castigo que Junsu te ha mandado, y ese es besar la punta de su zapato, porque sí, así de borrachos todos estamos.

Y yo estoy teniendo un ataque de pánico.

Solo que nadie puede notarlo. No puedes notarlo. Y no te culpo. Soy yo quien no deja que nadie lo note. Así que me entierro más en Seoyoung, en mi novia. Y ella me planta un pequeño beso cerca de la sien. Y todos justo voltean a mirarnos con esas sonrisas de oreja a oreja que tienen reservadas para situaciones como esta, porque somos “encantadores”.

Y dios me libre, esto duele tanto. Porque esas sonrisillas que me dirigen solo me recuerdan lo mala persona que soy, porque la estoy usando. Y ella es mi amiga. Es nuestra amiga. Y yo no quiero que las cosas se compliquen más de lo que ya está…yo solo, yo solo te quiero a ti Jaejoong.

Pero no puedo. No puedo.

Aunque te ame.

Porque maldita sea ¿existe siquiera otra forma de catalogar a todo esto que me supera, que me ahoga de este modo? No, no lo creo. Tengo tiempo sufriéndolo. Y muy encantadamente aceptaría una respuesta que no me indicara que soy gay.

Porque soy surcoreano, y aunque mis padres no sean los más católicos…esto es algo que puedo asegurarles no se esperan ni en sus más torcidos sueños.

Y no quiero romperles la burbuja.

No puedo. Los destruiría. Quizás tanto como me destruye a mí besar a la mujer que tengo a mi lado en tus narices, porque necesito que el mundo crea la mentira que le vendo, porque la paranoia me carcome las entrañas desde el momento en que te digo hola cada mañana.

Y porque necesito que sepas que no te quiero como más que un amigo. Que no te quiero como te quiero justo ahora en medio de este barullo que intenta azuzarme a hacer algo de lo que me arrepentiré mucho más de lo que no lo haré.

Aunque sea difícil.

Porque Junsu ha sacado otra de tequila y mi cuerpo no va aguantar más alcohol, pero no puedo detenerme, y ustedes tampoco, todos estamos demasiado cubas para pensar en nuestros hígados, o dignidades. Porque somos solo un puñado de adolescentes.

Y el jueguito este está divertido.

Hasta que la botella me está apuntando. Y Yoochun está mirándome de arriba abajo tan indescriptiblemente satisfecho, que hasta celebra con un pequeño baile con la botella en alto. Todos aplauden. Yo solo suspiro fingiendo hastío aunque también me esté riendo.

Y vuelve a bailar cuando elijo castigo.

Porque soy un cobarde. Y porque tú me estas mirando.

Y entonces el pelotudo de Park abre su gran boca para exigirme que “bese a la persona más hermosa de la redondela.” Porque sabe que odio mostrar afecto en público, y nunca me ha visto besar a nadie enserio. Y él solo quiere burlarse de mí un rato.

Solo quiere que bese a Seoyoung. Para que pueda grabarme y molestarme un par de buenas semanas al respecto.

Pero yo me pongo de pie del sillón. Y entonces todos me miran de forma extraña. Porque Seoyoung está ahí a mi lado y no necesito hacer tanto teatro. Pero no puedo pensar claro, no sé lo que hago. Y mi cuerpo es torpe cuando intenta abrirse paso hacia ti. Y nadie habla. Nadie suelta una sola sílaba para expresar su sorpresa cuando me ven dejarme caer de rodillas frente a ti.

Porque quizás esperan que todo esto sea una broma.

Yo espero que en algún momento mi cuerpo voltee a decir algo que asegure no estoy haciendo lo que creo estoy a punto de hacer.

Pero el momento no llega.

Y tus ojos negros me devuelven mi reflejo. Y yo luzco tan aliviado. Que tengo que inclinarme hacia ti y juntar nuestros labios.

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