Culpa
Tus
abogados te miraron sin saber qué hacer.
Razonar contigo así sería imposible. Lo sabían. Por eso trataban por todos los medios ubicar a Junsu o Yoochun.
Pero estaban fuera. Uno en china y el otro a mitad de la gira de su último single.
No ibas a cogerles las llamadas claro. Podía sentir tu frustración galopando en tus venas. Yunho había hecho que te dejaran entrar. Iba a caerle una buena. A estas alturas sé que le importaba una mierda.
Los había seguido desde nuestro departamento. Aún lelo e incapaz de asimilar la conversación que habían tenido a mitad del pasillo.
Y verte romperte a pedazos al verme sobre la camilla fue incluso peor que verme ahí mismo hecho mierda entre tantos tubos.
Solo te he visto llorar una vez. Hace tanto tiempo que incluso la memoria es borrosa, con decirte que no puedo siquiera recordar el porqué.
Entraste en silencio y a pasos cortos. No hiciste nada dramático, no eras de ese tipo, tu rostro no mostraba expresión alguna aunque de tus ojos cayeran gotas gruesas.
De alguna forma lograste estar frente a mí.
Hasta esta parte metafísica de mí. Que no podía hacer más que ver esos dientes tan blancos que mordían tu lengua para acallar tus hipidos.
Había pasado tanto tiempo desde que te tenía tan cerca y me sentía milenariamente absurdo.
Necesitaba abrazarte. De alguna forma tocarte.
Pero tenía un pánico latente de ver mi extremidad traspasar tu cuerpo de nuevo y así asegurarme de que todo esto era realidad y no otra horrenda pesadilla. Que no podría tenerte de nuevo.
Nunca más.
Aún tenía demasiadas cosas por decirte hyung. Demasiadas cosas que vivir contigo.
¡Por el amor de Dios! ¿Cómo podría terminar esto así? No hyung.
Lo peor de todo esto quizás era que ni siquiera podía decir que no había tenido el tiempo suficiente.
Tuve mucho tiempo hyung. Ocho años para ser preciso. Contando solo desde que me atreví a ponerle un nombre a esto.
Tuve tantas horas junto a ti, creo las suficientes para poder coger tus manos, y tan solo con mirarte a los ojos tratar de decirte lo que se desvive aquí dentro, un pedacito al menos.
No lo hice.
Aunque cada mañana que abriera los ojos el primer hilo de pensamiento aquí arriba no fuera otra cosa más que Kim Jaejoong.
Mis razones son muchas y sé que sin necesidad de palabras las entiendes incluso mejor que yo mismo. Y eso es, aunque muy injusto, lo que siempre me gustó de ti. Que me hicieras sentir tan cómodo, tan a gusto. Que me hicieras olvidar del estrés de nuestra esclavitud y de las muchas otras cosas que al no tener vida privada me desesperaban.
Siempre pensé que al igual que yo tenías muy en claro todo eso que no te decía. Que tus silencios no esperaban ser llenados aunque fuera con bobadas. Tan cegado por tu calidez olvidé que detrás de esa persona madura que siempre estaba ahí para palmearme la espalda o acomodarme el cabello y devolverme las fuerzas, estaba un muchacho con tantas inseguridades como yo.
Uno que incluso había crecido sin padres.
Olvidé que tenías un inmensurable miedo de apegarte a las cosas por temor de lastimarte. Y que yo debía ser de cajón un gran conflicto existencial para ti.
Me encerré en mi burbuja de fantasía y solo vi sonrisas, solo vi colores hasta que me dijiste que demandarías la empresa y todo se cayó a pedazos.
Las palabras que te grité ese día.
Fueron putas mentiras hyung.
No fue más que el aleteo de un pez moribundo y aterrorizado al ver que el agua de su pecera se acaba.
Necesito que sepas que ellas han sido las causantes de mis constantes pesadillas durante todos estos años.
Quise mandarte abajo con todo lo que podía para mantenerte a mi lado. Debí haber sabido que con lo decidido que eras mis lastimeros intentos habrían sido irrefutablemente en vano. Debí haber sabido que SM era una cosa y DBSK otra.
Esa ambición tuya que siempre admiré y que de la noche a la mañana empecé a odiar con todas mis fuerzas ha sido la que te llevó a ser Youngwoong. La que te llevó a conocerme. La que me llevó a pisotear los principios que me inculcaron de niño. Lo siento hyung, lo siento...
Sé que aunque me duela no puedo volver el pasado.
No puedo cambiarlo.
Aunque ganas no me falten.
También sé que no me guardas rencores. No necesito de tus palabras ¡PERO QUIERO ENMENDARLO JODER!
Pensé que llegado el momento podría hacerlo. Ponerme un buzo, un par de lentes, cogerme el ipod y mandar a la mierda mi carrera y mi sueldo para irme a pie a tu departamento a conocer por fin a ese gato al que tantas fotos le has tomado en twitter. Pero siguieron corriendo los días entre mis tal vez y entonces...yo...
Sé que me merezco esto. Soy solo yo quien se merece esto Jaejoong-ah. Así que por favor, por favor detente ya. Deja de desvelarte a mi lado o contarme las historias que me leías cuando era un puberto, un mocosillo más.
Deja de acariciarme las manos y rogarme que vuelva, que me necesitas. Porque no lo haces.
¡Eres Kim Jaejoong joder! Nunca has necesitado de nadie para brillar
Mucho menos de alguien que no sabe si algún día se le será permitido volver.
No quiero que guardes esperanzas en algo a lo que ni los doctores pronostican bueno. Tienes que dejarme ir ¿sí? Conocerás a alguien más. Vas a tener que dejarme atrás.
Tienes que hacerlo hyung.
Aunque no hayamos podido despedirnos físicamente. Te estoy diciendo adiós ahora.
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