Las crónicas del denso secretario y el ñoño de su jefecito

Hooooooli! Estoy a dos semanas de mis finales así que voy de un lado para otro, pero ya terminé de escribir esto así que me animo a subirlo. Dedicado con mucho mucho amor a Lizzie ♥ Esto era originalmente por su cumple, pero al final la idea se me alargó un poco y decidí hacerla un miniserial (serán unos cuatro capos) y es Twosoul, terminará en Minjae a pedido de lizzie, pero tendrá Jaechun también así que estén avisadas. Les dejo el prólogo. Entre la semana subo dos capis y así. Espero les guste ><

PD: MOSH ya lo debería haber subido, pero tengo un pequeño problema con mi bandeja de gmail ;___; solo me falta betearlo. <33

                                                                              

La primera vez que sus ojos chocolate se encuentran con esos negros, ambos van de terno. Están en el despacho del ceo, su despacho, el del escritorio grande con el nombre 'presidente Shim Changmin' escrito en la placa inmediatamente encima de la madera.

Aquel imponente personaje está sentado tras su escritorio mientras que el dueño de los ojos negros - que he mencionado antes - está de pie en su frente, no están solos sin embargo, hay un Jung Yunho de fondo quién está presentándolos formalmente, porque tal parece que aquel hermoso ser humano lleva por nombre Kim Jaejoong y es su nuevo secretario.

Las cosas progresan a un ritmo alarmente y de forma casi irrefrenable desde ese encuentro...al menos para uno de ellos.

Marzo del 2014:

Shim Changmin podrá ser considerado un hombre de muchos dones. Un hombre al cuál admirar y al cuál vigilar los pasos. Pero aquello no es del todo verdad, al menos no si se piensa extrapolarlo fuera de su área de experiencia y maestría. Los negocios internaciolares y la administración.

Ya que ciertamente esas leyes no se cumplen en todos los otros ámbitos de su vida, el amoroso por poner un ejemplo...aunque la prensa sensacionalista lo crea fervientemente y le pinte más flores de las que en verdad tiene en su cesta.

Porque ahí el contador está en cero.

Siendo las razones de esto último quizás - según le ha dicho su psicoterapeuta y su propia meditación - su falta de tacto, su ñoñería extrema como también ese gusto patológico que tiene por la comida.

Lo cierto es que debe pasar al menos medio año para que Changmin domine la técnica de los 5 segundos (que consisten en mirarle amablemente unos 5 segundos y luego volver la mirada a lo que tenga en manos antes de que su cerebro explote por exceso de Jaejoong en su campo visual) para así poder sostener una conversación fluida con ese pequeño secretario suyo, ya saben una menos formal, en la que puedan intercambiar determinada data personal irrelevante. Como por ejemplo que Jaejoong tiene una relación de dos años con este tal Park Yoochun, a quien conoció una noche en un club mientras se sacaba las ropas y recolectaba billetes de un dólar en el improvisado y basto bolsillo anterior de sus bóxers.

Como venía diciendo data meramente irrelevante que no genera consecuencia alguna a excepción de quizás un cuádruple de trabajo para Kim por al menos los dos siguientes meses, por ir enamorando jefes tan descaradamente antes de avisarles que planea inmolarse con el tipo que aparece en las portadas de Calvin Klein desde hace ya cuatro años, (y no es que Changmin hubiera abierto una investigación al respecto.) Pero el denso de su pelinegro secretario al parecer no termina de pillar el memo detrás del asunto. Ni siquiera cuando Changmin empieza a frustrarle coincidentemente las citas, o cuando Park viene a recogerle al trabajo y no le dejan nunca pasar siquiera al lobby.

Y es que para Jaejoong todo son solo coincidencias. Porque…o sea Changmin incluso parece tenerle algún tipo de alergia. Yoochun estaba solo mal de la cabeza para siquiera sugerirle que Shim podría tener segundas intenciones con él. Si supiera que Changmin se enrabietaba cuando a veces invadía su espacio personal al dejarle los papeles en la mesa o ayudarle con la corbata que jamás podía ponerse bien, incluso le obligaba a tirarse todo el pelo atrás con gomina, porque no soportaba la horrenda forma en que le caía por su frente.

De modo que no pudo evitar enojarse en serio cuando Yoochun empezara a ponerse tan prepotente cuando le había avisado que iría de viaje de negocios una semana con el susodicho. Incluso por consideración a su absurdo parecer, había  cocinado su comida favorita, y adornado con pétalos y velas la cama de su departamento. Pero las cosas no habían ido tal cual las había planeado y Kim no podía entenderlo porque…

Eran solo siete días, juntos, hospedados en uno de los más grandiosos resorts de Indonesia frente al inmenso mar y bajo las infinitas estrellas en la noche, díganme ustedes ¿Qué podría salir mal?