Dicen que el sexo irremediablemte lo complica todo... pero ¿qué no dicen también que todos los animales del mundo subieron a una barca en parejas? así que ¿qué demonios sabe el mundo de nada?

Jaejoong y él no tenían porqué ser algo complicado. No tenían que ser nada para empezar. No más que vecinos. Punto final, sin ningún adjetivo adicional ¿y qué si se habían acostado una vez? ¿Qué si se habían montado como el mismísimo Charlie Sheen lo haría después de meses de abstinencia? Ambos eran adultos autónomos - la doble moral era cosa fuerte aparentemente - y podían meter sus genitales en donde mejor les pareciera.

Claro que Changmin no cuenta con otra variable en sus planes. La más impredicible y salvaje de todas. Ese Kim Jaejoong de ojos negros y escasos 18 años.


El timbre de su casa suena en la plena madrugada, son las 3 am o eso le dice el reloj encima de su velador y él ha visto demasiadas películas de terror a lo largo de toda su vida para tener plena certeza de que si la persona que toca afuera no lleva por nombre Samara y un cabello bastante cuantioso y negro cubriéndole toda la terrorífica cara, entonces la única otra posible persona que se le viene a la mente es alguien a quien no quiere ver cuando lleva una pijama de seda muy delgada y ceñida a sus largas piernas.

Changmin camina hacia el pasillo y luego escaleras abajo intentando espabilarse, la misión se le vuelve algo difícil con cada paso que da, y ¿es eso baba seca en su mejilla derecha lo que ve a través de su espejo?


El timbre suena de nuevo, pues vale, a la mierda todo. Se pasa el dorso de la mano por la mejilla y no sabe si se ha limpiado el rostro o esparcido la evidencia aún más. Está demasiado cansado para que le importe así que él solo abre la puerta y las ropas negras le terminan de fundir el cerebro.

"Son las tres de la mañana," Changmin articula como puede porque son las tres de la mañana al fin y al cabo y necesita algo con lo cual ganar tiempo para que su cerebro se encienda antes que su propio Id.

El muchacho asiente con obviedad entonces y le sigue mirando en completo silencio así que Changmin decide intentarlo de nuevo, "¿por qué tocas mi timbre a las tres de la mañana?"

Jaejoong asiente, inspira aire por la nariz, ladea la cabeza hasta apoyarla sobre la puerta abierta y le mira tan malintencionadamente que de pronto el muy cobarde de Morfeo se va de patitas corriendo de su ser porque presume que esto va a terminar mal y no quiere quedarse para verlo.

Porque lo ultimo que él debe ser para ese chiquillo es su "booty call" pero Jaejoong no le da la oportunidad y/o satisfacción de mandarlo a volar mientras aún tres buenos pasos les separan y Shim aún se siente con las palabras correctas, en su lugar aquel demonio le dice, "esa es una muy buena pregunta, he aquí otra semejante ¿por qué hay nutella en mi cocina?"

Changmin no le entiende por un par de segundos. Cuando el recuerdo viene a él se siente algo así como avergonzado, no ha lidiado con ese sentir hace tanto tiempo que sus mejillas adquieren color y la sangre por sus arterias corre con un poco más de velocidad, felizmente está oscuro. Shim no ha prendido las luces del portico y gracias a Dios la noche no va a delatarle. Así que intenta recuperarse y coger el aire que se le ha escapado de los alveolos de pronto porque se da cuenta que Jaejoong ha aprovechado su embarazoso silencio para entrar a su casa.

La sola palabra polvo hace cosas graciosas contra la seda de sus pijamas ¿había mencionado ya que el chico se dormía sin interiores?

Las posibilidades transcurren infinitas en su cabeza como retazos de películas unidas sin algún orden o jerarquización. Son flachazos, imágenes cada vez más animales y Shim necesita que la catarsis pare o la presión en su pelvis tampoco lo hará.

"Fue Yoochun" Le miente entonces, porque un polvo no es algo que necesita para desintoxicarse de la necesidad de esos muslos cremosos contra los suyos y sinceramente solo quiere correrle de ahí, aunque el sueño se haya ido desde que abrió la maldita puerta.

Changmin camina dentro también dispuesto a sacarle, incluso deja la puerta abierta para enfatizárselo a sí mismo, no puede follarle de nuevo ¿es que Jaejoong no es capaz de ver cuán mal está todo esto? el abogado debe masajearse un poco las sienes porque el rozamiento de la seda contra su masculinidad aumenta cuando sus piernas dan el primer paso y lo último que quiere es más estímulo, o de plano calentarse tanto por la posibilidad de volver a tenerlo como irremediablemente su cuerpo lo hace, así que apela a su fuerza de voluntad para decirle una vez que lo ubica sentado en el primer sillón de su sala, "ahora que ya tienes tu respuesta, son las tres de la mañana así que deberías volver a tu casa, Jaejoong."

Jaejoong asiente con la cabeza y se pone de pie. Changmin no espera a que llegue a él sino dobla rápidamente sobre sus talones para caminar de regreso hasta la puerta y la sostiene con una mano. Le espera ahí, oyendo cada uno de sus pasos lentos e inestables mientra una creciente parte inútil y herida de sí mismo se pregunta si es que el muchacho está en realidad muy borracho para salir fuera sin ayuda. La empatía se pelea con su lengua pero afortunadamente Changmin logra mantener su boca cerrada.

Jaejoong se detiene unos tres pasos antes de llegar al umbral. Es de noche y aunque Changmin alcanza a diferenciar su silueta, gracias a sus ropas el niño parece camuflarse perfectamente en la oscuridad.

Changmin no tiene la certeza de si el punketo solo está tocandole las pelotas o si ha entrado en un trance debido al alcohol y si tal vez solo deba caminar esos tres pasos cargarlo de ese ridículo collar de púas y echarlo fuera, porque de pronto puede notar sus hombros encorvados y pequeños y quiere decirle que todo va a estar bien.


Estará bien ¿vale? Pero a la vez no quiere ser el que se lo diga.

La puerta se cierra de un portazo y la espalda del castaño colisiona contra esa misma puerta ya cerrada por aquel chiquillo y no le pregunta "¿qué?" Porque esto mismo lo ha visto en una porno la semana pesada y siente fuego en los lugares en los que Jaejoong le coge para presionarle contra la puerta.


La respuesta le llega susurrada a su oído, "ellos reciben su castigo"

Los pantalones de sus pijamas dejan de cubrir sus muslos en un momento y siente la erección de su vecino debajo de sus boxers, muy dura contra la piel de su muslo izquierdo.

El aliento se le escapa cuando ve a Jaejoong notar que no tiene boxers con los cuáles luchar en su cuerpo porque la mirada que le dirige es profunda, y si debe compararla con algo eso sería a la de un superdepredador segundos antes de lanzarse sobre su presa.

¿Es que es eso lo que planea ese chiquillo hacerle? ¿Comérselo?


Tiene que detener esta locura.

“Jaejoong no creo que esto sea lo más prudente,” logra decirle pero su voz es débil porque la fría madera de la puerta le congela las nalgas ahora desnudas pero esa es la menor de las cosas por las que se preocupa justo ahora.

“Un castigo no es exactamente algo que guste ¿o sí?” es todo cuanto el pelinegro le dice.

"Mierda," masculla Shim cuando Jae le amarra las piernas a los costados de la cintura y se eleva solo con la fuerza de sus muslos a través de la madera.


La virilidad del castaño empieza a interesarse demasiado pese a todas sus reservas y tiene que sujetar de ambas nalgas a Kim para estabilizarle. Le respira el sudor y el alcohol. Le observa los cabellos pegados de su rostro y enfrenta sus brillantes ojos negros.


"¿Qué estas haciendo?" le pregunta.


"Hazmelo, sé que quieres hacerlo," el chiquillo le asuza acomodandose mejor a su cuerpo, friccionandose contra su abdomen sin pudor alguno.


Changmin no le detiene. Le deja moverse contra él hasta que su propio miembro se encuentra levantado a su máximo. Pequeños suspiros de placer empiezan a escaparse de su garganta.


"No puedes venir aquí y solo pretender que te folle ¿vale?"


El muchacho ríe dirigiéndole una mirada sabionda de '¿y qué demonios se supone que estamos haciendo?'


"Es la última vez" le dice.


El muchacho asiente aún moviéndose con frenesí. Changmin no sabe si solo para hacerle callar pero prefiere tomarlo como un acuerdo. Le alza un poco sobre su cuerpo, el chico se detiene y su sonrisa es grande porque sabe lo que viene a continuación. El abogado solo decide ignorarle, separándole los muslos un poco más alrededor de su cuerpo para darse más espacio y poder hallar su entrada con la punta de sus dedos, masajeando su carne hasta relajarla lo suficiente para poder introducirlos dentro.

Porque no va a poder negarse esto y poco le importa si arde troya luego. 

Kim se arquea contra él y le entierra la cara contra su pecho mientras le gime obsenidades sin pudores. Changmin piensa en hacérselo pasar mal. Escarmentarle para que no vuelva a buscarle porque esta claro que si se le entrega como ahora no va a poder negarse. Porque así de mierda parece que es a fin de cuentas. 

Pero no está en su naturaleza. No puede hacer algo como eso.

Oh Kim Jaejoong más te vale huir muy lejos de mí - el abogado piensa.


Suspira rendido cuando el cuerpo del pelinegro le da demasiada resistencia.


"¿Donde tienes...?"


"No tengo nada, puedes usar solo tu saliva," el chiquillo le interrumpe, manos raudas por todo sitio.

Changmin niega con la cabeza, apresándole las muñecas a ambos lados de su cuerpo para lograr controlarle. "Hay una razón por las que han inventado ambas cosas," intenta razonar con él.

Nunca lo ha intentado así, no tiene ninguna preferencia enferma al respecto. Y lo más importante, su salud va por encima de todo.

"Por la puta madre," jura el menor impaciente, separándose de él un poco, exasperado "revisa el maldito bolsillo de mis pantalones."

El abogado le libera una mano para hacer lo que le ha dicho, no sin antes darle una clara mirada de 'quedate quieto'. Tal como el otro chico le ha dicho encuentra un empaque de condones y uno de lubricante.

"¿Contento?" Kim sisea rodándole los ojos

El abogado le responde dejándole caer hasta el piso y apretándole todo el cuerpo contra la pared.

"Quítate la camiseta," le ordena.

El muchacho le obedece jadeando de anticipación al verle colocarse el condón. Se baja la bragueta también y sus jeans resbalan por sus piernas. Luego alza ambos brazos por encima de su cabeza. Changmin le capta la idea y se los sostiene por sobre ambos de sus muñecas. Es tan delgado y menudo puede rodearle con un solo brazo.


Changmin sigue estando tan jodido, en absolutamente todo sentido ¿no es así?

El castaño le entra despacio, acomodándole el cuerpo a su ángulo, arrebatándole una maldición y más de un cabezazo contra la puerta. Vuelve a follarle de esa forma entonces. Incapaz de sentir remordimiento en el proceso...

Capítulo 8 >>