MOSH (Capítulo 8)
¿Hola? Aproveché que la kimmy por fin me dio bolilla para terminarlo de una. Gracias por los comentarios monos que nos dejan, tan lindas todas, voy a responder a sus dudas ahora que he salido de exámenes. Quiero saber que les gusta y que no de esta historia. Y no se preocupen habrá morbo en el hospital, de eso yo me encargo. Espero os guste este también.
Título: Los malaventurados no pueden mentir
Autor: IzoJung / Kimmy_lin
Pareja: JaeMin
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida(?) / T
Estado: En proceso (8/?)
Género: AU / Punk / Romance / Slash / La Buena vida(?) / T
Estado: En proceso (8/?)
Resumen: Todas las razones por las que Shim Changmin no debería dejar a su vecino entrar en su casa, son las mismas por las cuales termina abriéndole la puerta.
Son las tres menos 5 del martes cuando un hombre muy bien portado ingresa en su despacho. Changmin le mira con el ceño fruncido. El protocolo usual es que hagan una cita y sean introducidos por su secretaria. Además el hombre es demasiado atractivo para ser un abogado o tener algun diplomado. Changmin se odia por ser juicioso pero como no acostumbra a decir nada de esto en voz alta se siente aunque sea medianamente más a gusto consigo mismo.
“Shim Changmin,” el hombre le llama.
El castaño alza el mentón identificándose.
“Soy Kim Junsu, me gustaría invitarle un café caliente en este día tan frío.”
Hay una gran pausa entonces, es larga e improductiva porque Changmin no le haya el mínimo sentido.
“¿Disculpa?” es todo lo que responde.
El muchacho se acerca y las alarmas del castaño suenan cual sirenas en su cerebro hay algo en todo esto que lo alerta de ese modo, “seré franco con usted, lo he investigado bien, sé que usted es gay, así que no juguemos a hacernos los locos.”
Alguien maldice en la cabeza del abogado, probablemente su sentido común.
“¿Debo llamar a seguridad?”
“Depende…”
“¿De qué?”
“De si quieres ayudar o no a Kim Jaejoong.”
Hay otro silencio uno que se corta cuando el castaño le responde, “mi horario termina a las 7, puedes volver para entonces.”
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Junsu le lleva a una cafetería que está a unas cuadras. Ninguno de ambos habla realmente hasta que tienen sus cafés en las manos.
La mente de Changmin trabaja a mil por hora así que antes de poder dar el primer sorbo empieza a decir, “sabes que toda la información que puedes haber recopilado de mí no puedes difundirla, de lo contrario me veré obligado a tomar acciones legales en....”
“Jaejoong me habló de ti” Junsu le interrumpe, "lo único que he averiguado por mi parte es donde trabajas. No que haya sido tan dificil señor ganador del premio de Ley 2016."
La frase flota en el aire sacándolo de lugar completamente.
“¿Qué es lo que quieres?”
“Eres el chico de la nutella ¿no?”
Changmin no puede evitar que su boca se tuerza, ni el mismo sabe que ha pasado con lo de la nutella honestamente no era para él, Shim solo no quería lucir como un ladrón sacando un pote entorme de nutella de la casa de su vecino. Lo cual resulta más embarazoso que decir que se lo compró a Jaejoong y ya.
“Tomaré eso como un sí.”
“¿Entonces qué es lo que pasa con Jaejoong?” le pregunta cruzándose de brazos e intentando desviar el tema. Si verdaderamente no ha venido aquí a amenazarle ¿está Jaejoong en problemas?
El rubio suspira derrotado como si no quisiera hablar al respecto.
“Probablemente debas saberlo ya. Jaejoong conoce a todo tipo de personas," Junsu le da otro sorbo a su taza, "pero siempre ha sabido mantenerse al margen de todas las porquerías en las que ellas se revuelvan.”
“¿Pero?” Changmin pregunta comenzando a entender.
“Pero...ultimamente ya no estoy tan seguro de ello,” el muchacho luce bastante serio, sus ojos también castaños destilan preocupación.
¿En qué demonios andas Jaejoong?, Shim no puede evitar pensar.
“¿Yoochun sabe de esto?” el castaño le pregunta entonces.
Junsu solo niega con la cabeza, tomando nerviosamente el café entre sus manos, “Jaejoong no va a perdonarme si voy con Yoochun además me ha prometido que esto es solo cosa de ahora pero tengo miedo de que…”
“Entiendo pero ¿como supones que yo pueda hacer algo al respecto?” Changmin le corta de pronto, porque en primera sinceramente quiere alejarse del niño y en segunda no es como si tuviera poder o influencia en él.
“Porque sonrió cuando me hablo de ti.”
Changmin no sabe que responder a eso.
“Yoochun me pidió que lo cuidara. Yo no quiero nada con Jaejoong,” le dice, "honestamente...yo...sé que he debido echarlo cuando..."
“¿Se han acostado ya?”
Changmin se queda en cero. Si esto se siente así cuando una persona que no conoce de nada se lo pregunta no puede imaginarse lo que será cuando Yoochun caiga en cuenta.
El rubio arruga el ceño, juzgándole con ambos de sus ojos.
“¿Fue una vez, dos…?,
“Yo no…”
“Dos entonces”
“Yo…”
“¿Quieres una tercera, Changmin, es tan solo eso?”
“Lo siento," se disculpa agachando la cabeza, "soy un hijo de puta y estás en todo el derecho de reclamarme, yo...no, no debí dejar que esto pasara” el abogado se lleva las manos a la cara avergonzado.
Junsu bebe otro sorbo de su café y le pregunta. “Si no tienes ningún interés en Jaejoong ¿porque me has seguido?”
“Yoochun es como un hermano para mí, como te dije me pidió que lo cuidara.”
“¿Yoochun parece estar presente en todas tus respuestas, no?”
“Es la única razón por la que intenté ser amable con él en un principio...sé que he hecho mal ¿vale? Se lo dije a él también que esto definitivamente no era sano para nadie así que no podía repetirse. Que si él vovía a venir a mí, no iba a recibirle” le dice.
El rubio sonríe. Por su expresión no parece creerle una sola palabra.
"¡Pues barbaro por ti! Pero la cosa es que lo que sea que hagas a partir de ahora no enmienda en nada lo que has hecho ya ¿sabes?"
"Estoy avergonzado de mis acciones." El castaño vuelve a agachar la cabeza.
"Entonces pruébalo"
"¿Cómo pretendes que haga eso?"
“Si tienes algo de decencia siquiera en ti entonces vas a ayudarme con esto.”
Changmin se termina su café de un trago y luego asiente.
"Bien," el rubio llama a la camarera a ordenarle otras cosas.
“¿Vas a decirme entonces que es lo que le pasa exactamente con Jaejoong?”
“Está pasando demasiado tiempo con un tipo con el que no debería, este duelo que está transicionando se está llevando lo mejor de él y pues creo que uno de los que se hace llamar amigos suyos puede estar ofreciéndole más que sexo ocasional.”
“¿Cómo por ejemplo?”
“Drogas.”
El castaño arruga el ceño. Todo esto es una jaqueca.
"No me refiero a las cosas livianas que podrían hacerse de tanto en tanto" Junsu continúa.
"Pues no estas del todo errado" Changmin le responde recordando a su vecino intoxicado, "le he visto," decide guardarse el resto de detalles para sí mismo, no quiere darle razones a esa persona para denunciarlo lo último que necesita en este punto de su carrera es un escándalo de semejante magnitud.
"Entonces ¿qué quieres que haga al respecto?" Le pregunta al rubio.
"Necesito que lo asustes un poco, si Jae llega a enterarse de que fuiste tú nadie pierde nada, tú no estas interesado en él, así que no importará para ti ¿o me equivoco?"
"¿Quieres que me agarre a madrazos a un drogadicto?"
"Quiero que le hagas ver lo que le pasará si intenta buscar con sus porquerías a Jaejoong de nuevo, es lo mínimo que puedes hacer por él ¿no lo crees?"
"Esa gente tiene contactos con criminales"
"Yunho no es un dealer. Es solo un tipo muy adinerado que está acostumbrado a tenerlo todo. Pero no es un criminal. Solo irás a recordarle que a diferencia de él Jaejoong si tiene gente que lo respalda así que más le vale mantenerse jodidamente alejado."
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Junsu le anota la dirección en un papel pero no hace mucha falta, Changmin recuerda cómo llegar perfectamente, ya le ha recogido de ahí una vez.
Está tan molesto que sus dedos presionan con fuerza el volante, está molesto con el estúpido chiquillo pero más consigo mismo. Debió haberle avisado a Yoochun. Bien sabía ya por si mismo que estas cosas necesitaban tutela. Y él había preferido ahorrarse la vergüenza a tratar de ayudar a una persona.
Y ese no era él. No se consideraba una buena persona...pero nunca había pensado en si mismo como alguien capaz de tanto.
Su auto pronto se estaciona en el vecindario de las enormes casas blancas y sus pies pisan fuerte en el sendero hacia la casa de Yunho, toca el timbre tres veces seguidas y espera impaciente fuera.
El enojo y la decepción le hinchan las carótidas, ¿cómo puede alguien hacerle esto a una persona que no tiene la suficiente estabilidad mental para pensar bien las cosas? ¿pero está siquiera en posición de decir nada? ¿qué no ha hecho él exactamente lo mismo?
Yunho le abre la puerta después de unos 20 segundos, esta vez está vestido y sus ojos negros no se alumbran con reconocimiento, más bien le preguntan "¿quién eres?"
“¿Está Jaejoong contigo?” Changmin le pregunta, no molestándose en presentarse nuevamente.
Yunho no parece molesto con eso solo niega con la cabeza llevándose el pucho de marihuana que Changmin no se había dado cuenta que tenía en la mano, a la boca. Un olor extraño se expande hasta sus fosas nasales y Changmin no espera más.
“Perfecto” le dice, antes de meterle de un empujón en la casa y patear la puerta tras de él para cerrarla.
“Tú y yo tenemos un par de cosas que discutir,” le dice escaneando rápidamente la sala y la cocina del primer piso para ver si no tiene testigos en casa.
Yunho le detiene del hombro, parándose propiamente ahora y dejando notar sus 40 años de masa muscular. El hombre es grande, solo un par de centímetros más bajo que él mismo pero definitivamente más pesado, “te he dicho que Jaejoong no está aquí,” Jung le sisea, “ahora porque no te largas por dónde has venido.”
La ventaja que tiene Changmin. Es que el otro hombre se encuentra aletargado.
Su puño se estampa contra la cara de ese pelinegro, quien se tambalaea hacia atrás y tira una lámpara en su camino.
"¿Qué no sabes que atraviesa un tiempo dificil?" Le grita.
Jung intenta empujarle pero Shim puede vencerle fácil. Le arroja contra la escaleras y siente los huesos de la mejilla del otro hombre estamparse contra un escalón, cortándole la piel y salpicando un poco de sangre sobre el alfombrado.
Yunho se queja de dolor.
"Tengo el encargo de sacarte la mierda a menos que jures no vas a volver a ver a Jaejoong."
"Él me ama," responde Yunho.
Shim le pega una patada en toda la caja torácica, pero es más ademan que golpe en sí, pues recuerda que solo quiere asustarlo “¿ya estas pensándolo mejor?” le grita.
Su voz resuena por toda la casa. Yunho esta fuera de combate. Sollozando en el piso y mascullando que Jaejoong lo ama. Que no lo entienden.
Es entonces cuando un ruido extraño se deja oír desde la segunda planta.
Yunho parece espabilar de su trance, luciendo ahora aterrado. Changmin no tarda en entender.
“Bastardo hijo de puta, ¿le tienes aquí?” Changmin le exige alzándole de la camisa con el puño en alto.
El hombre niega con la cabeza pero el sonido se repite.
"Dime dónde mierda le tienes," Shim le grita cada vez un poco más fuera de sí.
“Está arriba, creo que le ha pegado un poco fuerte pero se...se va a poner bien yo-yo le estoy cuidando.”
El puño del abogado se estampa tantas veces contra esa cara horrenda que pierde la cuenta. Solo es capaz de detenerse cuando escucha un golpe ahora fuerte allá arriba. Sus piernas se mueven rápido, suben de tres en tres incluso y le ubica en la habitación principal, sobre una cama atado de manos con una camiseta negra mugrosa, sus pantalones militares y las botas mal atadas.
“Jaejoong,” le llama con espanto.
El muchacho no puede ubicar la mirada pero al menos reconoce su voz porque, “¿Changmin?” es todo cuanto le dice antes de caerse desmayado.