La canción que lo imaginé cantando es Young un cover que hizo James Arthur. Pueden escucharla aquí.
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La piel de gallina y la guitarra en sus manos.
- Canta para mí – él le había pedido una noche cualquiera sobre una banca frente a la casa de su amiga.
- Canta para mí, venga – le había repetido, empujándole con un brazo y mostrándole una sonrisa.
- No soy muy bueno – le había respondido el de la guitarra, Shim Changmin de ojos castaños y apenas 15 años, dedos de mantequilla sobre las cuerdas y huesos mandibulares ardiendo en llamas por el vecino buenorro que de la nada se había venido a sentar a su lado.
Él otro chiquillo rodó los ojos, resoplando de lado, disconforme.
- ¿Jugamos algo? Te ganarás un beso por cada nota fuera del promedio que alcances – el muchacho de los ojos muy negros le dijo, sacando un cigarrillo del bolsillo trasero de sus jeans y el encendedor del mismo – no te preocupes tiene sabor a menta.
El castaño le miró aún más intimidado. Tenía esta cosa por los chicos malos. Contraproducente quizás. Profundamente peligrosa, de seguro. Pero irremediablemente placentera.
- Venga – el hombre le suscitó de nuevo, apoyando los codos sobre sus rodillas, inclinando la cabeza a un lado para que el cerquillo negro le librase los oídos con tres preciosos piercing reflejando la luz de los faroles de esa calle.
Changmin tragó saliva ¿Cuánto demoraría su amiga? Había entrado por bebida 10 minutos atrás.
Sus acordes comenzaron pequeños, armoniosos y pronto los ojos castaños suspendieron su visión y se telestrasportaron a su habitación, ahí donde era una estrella de rock con una coordinación motora que impresionaba, ahí donde podía gritar las notas sin que su hermana le mandara a callar o su madre le pidiera un poco más de postura.
Su voz llenó el vacío con una canción que hablaba de juventud, errores y perdón. Rapeó incluso, a su manera, y no se oyó tan fatal con el falsete que le siguió, con sus hombros acompañando el ritmo de los acordes de sus dedos poseídos y su voz raspando por aire y los pedazos de alma que gritaba por su garganta.
La canción llegó a su fin y las paredes azules de su habitación se desvanecieron, los árboles volvieron a su sitio y se halló a sí mismo de pie frente a un extraño con el cigarrillo consumido al punto de casi quemarle los dedos.
- Válgame dios – el muchacho le dijo soltando una risilla ligera, procedió a tirar el cigarro al piso y lo pisó al ponerse de pie para acercarse a él.
- Hermano, tendría que hacerte el amor aquí y ahora si tuviera que hacerle honra a nuestro acuerdo
Los ojos negros le sonrieron. Le tomaron uno segundos al otro para devolver el gesto.
- Eres bastante bueno... ¿cuál es tu nombre?
- Changmin. Shim Changmin.
- Eres bastante bueno Changmin. Me llamo Jaejoong. Vivo allá – se volvió para señalar su casa – tengo 7 hermanas y ninguna de ellas por el momento en casa.
El castaño subió la mirada hacia el otro muchacho, alarmado.
- No, no tienes que hacer nada – le dijo riéndose nerviosamente.
- Por supuesto que sí – le refutó ese pelinegro – me considero un hombre de palabra.
Los ojos marrones brillaron con halago. Un calor excitante empezaba a recorrer su cuerpo. Se había ganado esto ¿no es así? NO. ¿Qué sucedía con él? Estaba lejos de ser alguien que se iba acostando con extraños.
- Estoy esperando por mi amiga…no puedo irme sin avisarle
- Puedo explicarle a Becky que te robé….sería bueno para ella aprender que no es bueno dejar a los niños bonitos fuera y peor aún de noche…siempre hay depredadores merodeando estas calles.
El guitarrista se rió.
- Oh no querríamos que nada malo me pases ¿verdad? - le preguntó intentando ser coqueto, pero la lengua se le trababa un poco.
- Por supuesto que no – le respondió Jaejoong
El castaño volvió la mirada hacia la casa de su amiga pensando en lo bien que se venía comportando desde siempre cuando muchos de sus amigos se habían contagiado un o dos ETS hasta el momento. No era como si aspirara a ello, obviamente. Pero este chico…no era cualquiera. Tenía al menos la decencia de seducirle con palabras y sin alcohol de por medio. De mirarle a los ojos sin exigencias sino permisos.
- ¿Y cuál es el plan entonces? ¿Devorarme hasta los huesos, señor depredador?
Los ojos negros le respondieron recorriendo de arriba abajo su cuerpo.
- ¿Sabes? Esa no es una mala idea.
jhdkjhsdhksad Estoy releyendo esto y me digo, ¿cómo es qu eno dejé comentario?
ResponderEliminarAmo a estos dos con la vida, te digo <3
Jae depravado, pero no lo culpo XD es que Min con guitarra es demasiado para mí, te lo digo <3 y más si se pone a cantar con feeling ... ihhhh lo amo <3